San Jerónimo-Diablos Rojos: Noche para olvidar a la orilla del Guadalquivir

El partido entre San Jerónimo y Diablos Rojos de esta jornada dejó graves incidentes, tanto en el verde como en las instalaciones del feudo blanquiazul. El choque, del Grupo II, tuvo duras entradas, expulsiones y una alta tensión que repercutió en que el árbitro suspendiera el encuentro, siendo la Federación la que dictamine un veredicto.

El envite transcurría con normalidad hasta que, en el 30´, fuera expulsado un jugador del Diablos Rojos. Tras esto, un compañero del expulsado propinó un golpe a un rival después de que éste recibiera una dura entrada. Fue la primera de varias tanganas, destacando en ésta el 'balonazo' del meta visitante al banquillo blanquiazul. Mientras, la grada protestaba, e incluso amenazó a un juez de línea, lo que llevó a la suspensión del choque, aunque se reanudó. El segundo acto fue por los mismos derroteros, hasta que los locales marcaron en el 94´, dedicando el goleador un mal gesto a los visitantes, que se revolvieron. Esta nueva trifulca acabó en los vestuarios, ya con varios coches de policía en las inmediaciones.

Allí, un jugador del Diablos Rojos agredió a un blanquiazul, que tuvo que marcharse del campo en ambulancia, junto a otro malparado, y el agresor, detenido, acabó en comisaría.