El fútbol da lugar a veces a situaciones que, pensadas con detenimiento, parecen forzadas, pero que, sin embargo, son fruto del azar. Es lo que ha sucedido con el
Cabecense, que ha protagonizado una historia similar a la ocurrida hace cuatro campañas en una localidad tan cercana a
Las Cabezas de San Juan como es
Los Palacios.
En octubre de 2010, la extinta U.D. Los Palacios decidía prescindir de los servicios de
Alonso Ramírez. Lo hacía después de haber sumado un triunfo, tres empates y cuatro derrotas en las ocho primeras jornadas en
Tercera, seis puntos de 24 que lo llevaron a la penúltima plaza. La directiva presidida entonces por
Antonio Romero ´Manolete´ esperó a un 0-1 contra el
Jerez Industrial para despedir a un entrenador que suplía en el banco palaciego a
Sergio Moguer, con quien se habían completado anteriormente dos buenas campañas en el Grupo X. Pero el mairenero se iba y, por él, llegaba
Antonio Gil, que salvaría a los rojiazules con holgura, acabando undécimos, con 49 puntos.
Cuatro campañas más tarde, la historia se repite, pero, ahora, en el Carlos Marchena. Al igual que sucedió en el Marismas, Gil suple a Ramírez, que llegó al conjunto rojinegro el pasado verano, también relevando a otro exitoso predecesor,
Diego Román. Casualmente, su último partido también fue en casa y cayendo por la mínima, pero, en este caso, ante el
Ceuta. Eso sí, la situación del ´Cense´ era distinta a la palaciega, ya que los rojinegros no estaban en descenso, pero sí sumaban seis partidos sin ganar.
Y otra curiosidad:
Jesús Mari y
Guti han vivido como jugadores ambos cambios de Ramírez por Gil, que hoy empezará a dirigir a su nuevo equipo.