Ávalo y Ramón: Cuando el fútbol es cosa de individuos

Aunque el fútbol sea un deporte de equipo, es indudable que los méritos individuales también merecen ser reconocidos. En este sentido, dos nombres brillaron con luz propia en el fútbol sevillano durante la pasada temporada. Francisco Rodríguez Ávalo y Ramón Sánchez Algaba fueron el máximo goleador y el portero menos goleado de las categorías amateurs (de Tercera a Cuarta Andaluza), y ESTADIO ha querido hablar con estos dos veteranos del balompié.


"De todos los colores"
Lo de Ávalo es una verdadera locura. Este auténtico 'pichichi' (Écija, 1981) anotó 50 goles en los 25 partidos que disputó con el Santa María de Morón en Cuarta Andaluza (ante el Racing Los Molares no se jugó por incomparecencia del rival). Es decir, promedió dos goles por encuentro. "Jugué todos los minutos y marqué goles de todos los colores, pero ninguno me lo regalaron. Hubo días que hice cinco, otras veces cuatro...", recuerda Ávalo, reclutado por Pirri el pasado verano para dar el salto de categoría, cosa que se consiguió tras liderar el Grupo I: "Tenía mejores ofertas, pero me convencieron y he disfrutado como un niño, aunque no me lo han puesto fácil. El equipo me arropó y eso, junto a mi trabajo, me ha servido para callar bocas".

Desde fuera del área, de cabeza, con la zurda, con la diestra... Como el propio protagonista explica, ha visto portería de todas las formas posibles, aunque se queda con una en particular: "Muchos goles los marqué superando al portero en un mano a mano, lo que se me da muy bien cuando me ponen de '9', que es donde soy feliz en el fútbol".

Criado en la cantera del Écija Balompié, donde fue máximo goleador en todas las categorías en las que estuvo, con 17 años marchó al Sevilla para jugar en División de Honor. Después, Marinaleda, Mairena o Morón, entre muchos otros equipos, disfrutaron de sus tantos, cosa que hará la próxima temporada el Ciudad de Lucena. Aunque Ávalo advierte: "Puedo aportar más cosas, no sólo goles".


Profeta en su tierra
Ramón (El Viso del Alcor, 1979) es otro 'perro viejo' del fútbol. Este guardameta puede decir a boca llena que ha sido profeta en su tierra, y de qué manera. "He sido profesional 16 años, incluso he jugado en el extranjero, así que llegar al fútbol modesto no fue fácil. Pero me fui adaptando, encajé en un gran grupo y en un club humilde, el de mi pueblo, donde me formé. Todos aportamos y el resultado fue ese", dice Ramón sobre el histórico ascenso del U.P. Viso a División de Honor, algo que "a priori no era el objetivo": "La meta era ir día a día, pero Picharri ha hecho un gran trabajo, había jugadores de nivel y en el tramo final nos reforzamos bien".

¿Y qué ha tenido que ver Ramón en el ascenso albiazul? Mucho. El visueño ha recibido 21 goles en los 29 partidos en los que ha participado, presentando el mejor promedio hasta convertirse en el 'zamora' sevillano. "Es gratificante, pero no sólo a nivel individual, también colectivo y recompensa el trabajo defensivo de todos", señala el meta, que también pasó por la cantera sevillista (de los 10 años a los 23), y que ya fue el menos goleado con el Coria en Tercera y con el Pájara Playas de Jandía en Segunda B. Ahora su mente está en el equipo de su pueblo, un Viso que puede ser “el cierre” de su carrera.