Tercera División / Grupo X

Un genio tardío que no tiene techo

Un genio tardío que no tiene techo
Jesús Mari conduce el esférico en un lance del encuentro disputado la pasada campaña con el Sevilla C. - Carlos Vizcaíno
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno3 min lectura
Quienes siguen el fútbol provincial, en este caso concreto, el sevillano, conocen de primera mano que no es necesario estar en la elite para catalogar a un jugador de estrella o genio. En los campos hispalenses proliferan numerosos futbolistas que por una razón u otra no están más arriba, pero que asombran y deleitan a los espectadores, al fin y al cabo, una de las finalidades de este deporte que llamamos fútbol.

En este marco se encuadra Jesús María Amuedo García Burrita’ (su apodo procede su hermano mayor, al que llaman Burra). Fe de ello puede dar el seguidor del Cabecense, que disfruta de este menudo jugador desde hace seis años. “Me quieren mucho. Desde el primer momento noté su cariño”, señaló un jugador sin el que no se entiende los años dorados de la historia del ‘Cense’, con el que logró un brillante ascenso a Tercera como campeón de Primera Andaluza y un sexto y un séptimo puesto en la última categoría nacional.
“Siempre le agradeceré a Diego Román haberme traído. Me tuvo en el Mosqueo y me fichó cuando el equipo estaba en Primera Andaluza. Me ayudó mucho”, manifestó.

Hoy en día, no se entiende al Cabecense sin Jesús Mari, que ha adquirido un peso futbolístico impensable en sus inicios, ya que dio sus primeros pasos a los 17 años en el juvenil de Los Palacios. “Comencé a jugar tarde, pero pronto pasé a los grandes”, recuerda Burrita, que llegó a actuar en cinco encuentros con Los Palacios en Segunda B.

Ya sea en el centro del campo, en la media punta, en la banda y más recientemente en la vanguardia, Jesús Mari se ha convertido en una pieza imprescindible. “Todos los veranos me llaman varios equipos, pero es muy difícil que me vaya de aquí. Me quieren mucho y soy capitán”, declaró el palaciego, a cuyas prestaciones le continúa sumando su efectividad de cara arriba, como volvió a demostrar en el último partido ante el Antoniano, con un golazo de falta, especialidad que apenas ensaya.

De hecho, es el actual pichichi de la categoría, con cuatro goles, junto a los futbolistas sevillanos del Arcos Espada y Antonio Sánchez. “Todas las temporadas suelo marcar varios (el pasado campeonato logró nueve). He jugado muchas veces de falso ‘9’, y aunque no me gusta, estoy a disposición siempre del equipo para jugar donde sea”, apuntó el ‘10’ rojinegro, el faro del juego ugiense. “Podría marcar más, pero no me importa ceder los penaltis a los compañeros en ocasiones”, finalizó el pequeño genio rojinegro.
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