Primera Andaluza

Bellavista, la fuerza de un barrio

Bellavista, la fuerza de un barrio
En la imagen, la actual plantilla del Bellavista con la camiseta de este curso, a semejanza de la originaria de la entidad. - Fran Delgado
Fran DelgadoFran Delgado3 min lectura
Meritorio y sorprendente. Dos calificativos que definen a la perfección el inicio del Bellavista en Primera Andaluza.

El conjunto blanquiazul comanda la tabla. Para su entrenador, Juanma Velasco, la clave del éxito radica en la unión del vestuario: "Estamos muy unidos; amigos dentro y fuera del césped". A buen seguro, el secreto de la magnífica sintonía reside en la columna vertebral de la plantilla. La misma está formada por futbolistas que pertenecen al Bellavista desde categorías propias del fútbol 7. La generación del 88 que comandan Antonio Gómez, David Girón, 'Doblao', Abraham y Mario Pareja. Ejemplos de la política del club, que nace y vive de los chavales curtidos en la cantera.

Simbología que encabeza Juanma Velasco, quien, desde jugador, ha dedicado gran parte de su vida a la entidad hispalense. Empezó como futbolista, entrenó en el fútbol base y hoy dirige al equipo sénior. "La política de la entidad es de cantera. Así, La gran mayoría de los jugadores son del barrio; la base del equipo siempre es la cantera", explica el técnico. Una condición que, lejos de convertirse en un hándicap, ha sido clave para liderar la categoría.

Loable es la capacidad competitiva de un equipo que se sustenta, como la gran mayoría de clubes de formación, gracias al aporte económico de los socios, de los propios futbolistas y de pequeños patrocinadores. "Somos el único club de la categoría que no le puede ofrecer réditos económicos a los jugadores", reconoce Juanma Velasco. El propio míster, además, afirma que, en caso de seguir arriba con el paso de las jornadas, la plantilla no podría reforzarse: "No tenemos esa capacidad". Circunstancias que hacen más difícil competir con conjuntos que, en algunos casos, tienen todo el apoyo de un pueblo detrás.

Con sorpresa, con asombro se mira el inicio de liga en la entidad. "No nos lo esperábamos", admite Carlos Girón, coordinador del Bellavista. Palabras que coinciden con las del técnico blanquiazul: "El objetivo era mantenernos", de hecho "seguimos mirando al equipo que marca el descenso". Quizá, este momento que se “disfruta” en el club sea la oportunidad para el salto definitivo tras 41 años siendo un histórico a nivel provincial. Un repunte que se traduciría en un ascenso a División de Honor. El barrio de Bellavista, con prudencia, sueña.
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