No va más. Se acabaron las especulaciones, los dedos cruzados y las plegarias. El
Écija, tras una larguísima temporada, se juega esta tarde en tierras valencianas a una sola carta el ascenso a
Segunda B, una categoría a la que regresaría tres años y muchos sinsabores después. Sería, sin duda, el justo premio al órdago que ha vivido
San Pablo en la 16/17, con los azulinos tuteando al todopoderoso
Betis B y a 'gallitos' como
Arcos, Algeciras o San Roque de Lepe de principio a fin. Además, confirmaría que, cuando se hacen las cosas bien, siendo fieles a una idea y defendiéndola por encima de cualquier contingencia, absolutamente todo es posible.
La clasificación en los penaltis ante la
Cultural de Durango y el gol redentor sobre la bocina de
Suanes en
Gran Canaria ratifican que los de
Juan Carlos Gómez están más que preparados para sufrir. Porque tampoco será fácil, ni mucho menos, tumbar a un
Olímpic Xàtiva construido para recuperar por la vía rápida la categoría perdida y que dominó con mano de hierro el Grupo VI de Tercera, cuyo título se llevó ante 'ogros' como
Alzira, Ontinyent, Castellón, Orihuela o los filiales de Villarreal y Elche. Su enorme fortaleza defensiva (sólo 19 goles en contra en los 40 partidos de la fase regular) intimida, obviamente, pero ni mucho menos asusta a un
Écija valiente y dispuesto a que el 1-1 de la ida, merced a un discutido penalti en las postrimerías, no sea un hándicap, sino un aliciente para volver a rizar el rizo.
La expedición astigitana llegó en autobús a media tarde del viernes a
Xàtiva, alojándose en un hotel al lado justo de La Murta, donde esta tarde, a partir de las 20:00 horas, les aguarda la gloria. Viajan todos, incluyendo al ya habilitado
David Castro, ausente en el primer partido por sanción, y a Suanes, recuperado a tiempo de unas molestias en los isquiotibiales.