El Levante se presenta en Sevilla con la fama de rival incómodo (ha puntuado en cinco de sus últimas siete visitas), con virtudes muy reconocibles y totalmente automatizadas después de un año y medio con Paco López al frente, pero incapaz de despojarse de esas carencias que tanto le penalizan.
Así, los granotas llegan al Ramón Sánchez-Pizjuán con once puntos en su casillero, en una cómoda décima posición, a dos puntos de los puestos europeos y tras haber conseguido su primer triunfo a domicilio de la temporada -tras tres derrotas contra Alavés, Real Madrid y Betis- ante el Leganés antes del parón.
Con Paco López, este Levante sigue queriendo ser un bloque ordenado, pero con capacidad para controlar la posesión, con jugadores como Campaña, Melero, Radoja, Vukcevic o el 'todocampista' Morales. No obstante, paga sus fallos en las dos áreas: en la ajena, necesita algo más de claridad y, a pesar de trabajar mucho, Roger y Borja Mayoral son un poco irregulares; aunque ni Sergio León ni Hernani parecen contar con la bendición total del técnico valenciano.
Y en la propia, Aitor es uno de los mejores de su equipo en este arranque de temporada y cuando eso pasa, además del acierto del meta, subyace una cierta fragilidad defensiva del equipo. El cuadro granota se desconecta en fases del partido y eso le suele costar bastante caro.