El nombre de Víctor
Camarasa, centrocampista de
20 años del
Levante, aparece subrayado en la agenda de la dirección deportiva sevillista. El pivote ha irrumpido con fuerza en el panorama futbolístico patrio en esta temporada y es un futbolista muy del gusto de
Monchi, que le considera un jugador con una proyección formidable y que encaja perfectamente en la
filosofía de la institución de Eduardo Dato.
Así las cosas, el seguimiento realizado desde hace algún tiempo ya ha pasado a la siguiente fase, pues ha cristalizado en
movimientos concretos y el terreno parece preparado para dar el salto a las negociaciones con el
Levante. Y es que, según ha podido saber este diario, el pasado jueves se produjo una reunión entre un miembro de la
secretaría técnica del Sevilla y el entorno del pivote oriundo de
Meliana, en el que hubo un acercamiento y se contextualizó el asunto. En este sentido, el Sevilla expresó de nuevo su interés por el joven valor granota, y que le tiene muy en cuenta en su permanente búsqueda de efectivos para componer la medular cada periodo estival. Una declaración de intenciones que confirma que los blanquirrojos van en serio por Camarasa, si bien no es el único en una pugna en la que otros clubes le han tomado la delantera. Eso se lo transmitió, al menos, la otra parte a la entidad hispalense, comunicándole durante el encuentro que hay varios equipos que van a presentar ya una
oferta formal por el centrocampista y que la situación pasará a ser más compleja.
Ante esta tesitura, el círculo del valenciano explicó a los nervionenses que lo más recomendable dada la elevada competencia sería dar un paso más y trasladar una propuesta al
Levante para iniciar el siempre complicado proceso de negociación con el presidente granota,
Quico Catalán, muy duro e intransigente para llegar a un acuerdo. Este movimiento le permitiría posicionarse en la carrera iniciada por los servicios de una de las
promesas del fútbol nacional en su posición. Para que esto ocurra hace falta lógicamente el visto bueno de
Monchi, al corriente, a través del enviado a la reunión, de en qué punto se encuentra la operación.