El consejero bético se defiende en una entrevista inesperadamente tensa con ESTADIO Deportivo

Bosch: "¿Que todo pasa por mí? Hace falta ser estúpido..."

Bosch: "¿Que todo pasa por mí? Hace falta ser estúpido..."
El administrador judicial de las acciones de Farusa, José Antonio Bosch, posa para ESTADIO Deportivo en la remozada bocana de vestuarios del Estadio Benito Villamarín. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 20 min lectura
Ante el recrudecimiento de la crítica a su gestión, José Antonio Bosch Valero habla, como siempre, alto y claro.


- Desde el principio, asumió el papel de malo de la película por la necesidad de tomar decisiones, a menudo, impopulares. ¿Palpa que se ha recrudecido la crítica a su labor?

- Tengo dos exámenes a lo largo del año, que son los que me preocupan: junta general de accionistas y cierre de temporada. Por el camino, sé que formo parte de un circo que necesita espectáculo. ¿Si me gusta más o menos? Ésa es una expresión que dejé de utilizar en la adolescencia, porque en los trabajamos influye poco. Es intrascendente que me guste o no esa función, ya que no va a cambiar en nada mi rutina. Además, los equipos somos incapaces de generar la oferta informativa suficiente para cubrir la demanda existente. Hay muchísimos más medios, más hojas de periódico y más horas de radio y televisión de lo que somos capaces de llenar con actividad deportiva. Por ello, hay que rellenarlos con otra actividad, pues, que yo sepa, los editores de periódicos no piensan reducir sus espacios. Cuando pasen los partidos o haya parones en la competición, hay que completar con otros temas. Que esté focalizada la diana en mí tiene sus ventajas, pues se deja trabajar a mucha más gente. Hace falta ser estúpido para pensar que, en una institución como ésta, todo pasa por mi mano y mi cabeza, que soy el único que toma las decisiones. Ahora, eso se vende bien. Me parece estupendo.


- ¿Sus espaldas son anchas aún?

- Tengo el convencimiento absoluto de que la mentira acaba pasando factura al que la utiliza. Cuando leo determinadas informaciones o filtraciones basadas en la mentira o que tiene una intención clara de erosionar, de calumniar porque algo queda, sé que les pasará factura. Pero es como el tabaco: no hay consecuencias inmediatas, aunque acaban llegando. Es cuestión de esperar con tranquilidad. Y, por supuesto, de hacer las cosas lo mejor posible y con honestidad.


- ¿Achaca a algo en concreto el aumento de detractores?

- Hay varias interpretaciones. La primera, obviamente, es que resulta más cómodo y llamativo pegar la bofetada a una persona y no a un colectivo cuando tomamos una decisión errónea en el club. Cuanto más tiempo esté trabajando este equipo, más errores iremos acumulando, porque la perfección no existe. Luego, hay otros motivos variados. Como el profesional que ha querido entrar en el club y no se le ha abierto la puerta, luego está rabioso. Su manera de demostrarlo es dando un palo detrás de otro a ver si, así, consigue abrir la puerta. Y lo mismo pasa con gente que quería estar en el consejo o en la dirección del club, pero no está. Ten en cuenta que compañías como el Betis hay pocas en Sevilla. Por cada persona que contratamos, cien querían el puesto. Y ésas no dicen ´qué mala suerte he tenido´, sino ´se van a enterar´. Nos ha pasado en la cantera y en cada área que renovamos.


- Uno de los reproches a su labor reside en la transparencia y la asunción de errores.

- Si cada vez que inicias una actividad comercial hubiera un resultado certero, serían millonarias todas las compañías. No sé por qué queréis que apliquemos unas reglas distintas al resto. En tu periódico hay unos comerciales que salen cada día a vender espacios publicitarios y hacen visitas a menudo a distintas empresas. De cada diez visitas, nueve no tienen éxito. El Betis no es una excepción, por lo que tiene que salir a vender cada día a China, a Libia o donde sea, echando redes y cañas, porque algunos pican. Otras muchas, no. ¿Tenemos que asumir que cada una que no sale es un error? Salimos al mercado y soy muy positivo. La diferencia entre tu periódico y el Betis es que nosotros cualquier cosa que hagamos interesa a mucha gente; no puedes mantener nada en secreto. Si haces un viaje sin decirlo, estás ocultando información. Con lo de Libia no dijimos nada. Una vez que un medio lo saca, lo explicamos sin problemas, pues no fuimos a tomar café. Preferiría contar sólo los éxitos, no las veces que iniciamos las gestiones. Ya me gustaría seguir aquí sentado y que vinieran los compradores a ofrecerse, pero no es así. Para decir la verdad, poquísimas veces hacemos algo sin que se entere nadie. Lo que no podemos hacer es ocultarlo cuando se produce la filtración.


- ¿Tiene asumido que se irá del Betis a lo largo de 2014?

- No quiero expresarte mis deseos, ya que pueden malinterpretarse. Entiendo que llevo más tiempo del que debería en una medida cautelar, más del que tenía previsto. El consejo ha entrado por el auto de una jueza y nos gustaría salir también igual. En estos momentos, no tenemos conciencia de la fecha concreta. Hay declaraciones en noviembre, pueden pedirse más, otras imputaciones, periciales... Pueden pasar un año o dos años sin quererlo. Sí es cierto que, tanto el consejo como servidor, no manejamos los tiempos ni tenemos la posibilidad de estar más días en el cargo. Sí de estar menos. A nadie se le escapa que, si nos da la gana, nos vamos. Pero, por un acto de responsabilidad, entendemos que tenemos que salir cuando lo decida la jueza. No sé qué significa eso de que quiero aferrarme al poder. En este consejo, somos ocho, cada uno con un voto. En algunas ocasiones, he perdido votaciones, ya que las propuestas o decisiones que sugería no fueron apoyadas por la mayoría. No sé a qué llaman poder exactamente en un órgano democrático. No sabía que la entrevista iba a analizar mi vida en esos parámetros, así que no quiero dejarme otras críticas que me hacen. Una de ellas es muy seria: que no soy autocrítico. Si quieren que nos flagelemos públicamente cada vez que hay una decisión inexacta o mala, debe ir acompañado de que nos suban a los altares cada vez que acertemos. No es justo destacar los errores y omitir los aciertos. Como no hacemos una política que destaque nuestros éxitos, tampoco lo hacemos con los fallos. Trabajamos y nos sometemos al cierre de temporada y a la junta general de accionistas. No tendríamos precio si no cometiéramos errores, pero no veo la necesidad de autoflagelarnos públicamente. También me critican que no tengo sentimientos, para que no te falte ninguna (risas). Sólo quedaría eso en una entidad como ésta, donde nuestro trabajo es generar ilusión en la gente. Sería equiparable a tomar decisiones después del partido ante el Elche, que es cuando los sentimientos afloran y los foros echan humo, con todo el mundo opina lo que hay que hacer. Afortunadamente, hay un consejo de administración, compuesto al completo por béticos, pero aparcamos nuestros sentimientos y tomamos decisiones con cierto rigor, entre otras cosas, créetelo, porque el dinero no es nuestro y tenemos clarísimo que la sociedad que representamos no es nuestra. En tal caso, decidiríamos más alegremente.


- Se le olvida que, según confesión propia, no tiene idea de fútbol, pero opina de fútbol...

- Hay algo que se malinterpreta. No tengo idea del juego ni pretendo tenerla, por lo que no discuto jamás sobre fueras de juego, sistemas, cambios, etcétera. No soy tan atrevido como nuestros hinchas, que dan instrucciones a diario a nuestro entrenador sobre quién tiene que jugar y quién no. Pero del negocio del fútbol tengo que reconocer que sé un rato y, si no con autoridad, puedo hablar con propiedad.


- ¿Considera oportuno que se vendiera a bombo y platillo un proyecto de cantera tan en ciernes? Para empezar, sólo hay dos canteranos esta temporada.

- Fíjate qué injusto es tu planteamiento. A veces, con las preguntas se hace más daño que con las afirmaciones. No quiero personalizar, pero, si pregunto a un tercero qué hay del puticlub en que trabaja su madre, ya dejo en el aire una indignidad, por lo que sería intrascendente la respuesta. Estás haciendo una afirmación con la que no estoy de acuerdo. Se presenta ‘Heliópolis’, que ya no es un proyecto, porque no hay más remedio. El club explica que tiene unos objetivos y cómo piensa conseguirlos. Se hace por coherencia: el Betis manifiesta una voluntad, tras un acuerdo que toma su consejo de administración, de que su primer equipo esté compuesto por canteranos. A continuación, le encargamos a los profesionales que hallen la fórmula para que sea una realidad. Los empleados deciden que la cantera debe aportar un número determinado de jugadores al equipo matriz, por lo que se establece un modelo de juego, unos protocolos para elegir a los futbolistas y a los entrenadores... Cuando está diseñado, se presenta como un niño que acaba de nacer. Que el proyecto coincide con un año en que se van los canteranos es inevitable. A los canteranos se les retiene con más dinero. El proyecto está diseñado para otra cosa. Cuando lo diseñamos, no pensamos en Cañas, Adrián o Pozuelo. Por pura lógica, si fuese tan fácil que los canteranos se pudieran retener, no habría hecho falta cambiar de dinámica. Pero nos dimos cuenta de que esa dinámica no funcionaba, pues había una sangría de canteranos. Por eso, precisamente, establecemos una manera distinta de trabajar. No hace falta ser muy listo para saber que, poniendo cheques encima de la mesa, se quedan todos los canteranos. El Real Madrid retiene a los que le da la gana. Que se diga que ha fracasado un proyecto que presentamos la temporada pasada y que debe dar sus frutos en un periodo de cuatro a ocho años, para el que se han contratado a los profesionales la campaña anterior... Me parece una frivolidad el planteamiento. ¿Alguien ha dicho que el ‘Heliópolis’ iba a producir que hubiese 14 o 15 canteranos en la temporada 13/14? ¿Eso es lo que se nos pide?


- En esa rueda de prensa, se habló de un 75% de canteranos en cuatro o cinco años.

- Se dijo que cada temporada la cantera aportaría 1,5 jugadores al primer equipo. Unos años subirá uno y otros, dos, porque no se pueden partir por la mitad. No digo que no vayamos a equivocarnos o que vaya a funcionar seguro, sino que no nos ha dado tiempo a equivocarnos. No se puede plantear la cuestión en términos de fracaso absoluto. La única forma que hay de demostrarlo es con el tiempo.


- Pero también se ha cambiado la política de renovaciones y se han adelantado los acuerdos. Este año, por ejemplo, con Matilla. ¿Se llegó tarde a las otras negociaciones?

- El único problema es que, cuando nos sentamos a negociar una renovación, intervienen el club, el jugador y su agente. Tenemos que ponernos de acuerdo tres. No depende sólo de la voluntad del club, que, además, tiene unos límites y no siempre se sale con la suya. Por mucho que nos gustase quedarnos con los canteranos. La decisión con los que se fueron el verano pasado se tomó con una antelación suficiente. Conalguno, de hecho, me siento a negociar en noviembre de 2012. Si me dices que hay que empezar mucho antes... En el fútbol español, estamos condenados a esta sangría. Nuestros jóvenes valores se van al extranjero porque cobran más o, como en otras profesiones, porque aquí no hay trabajo o no cobran. No sólo ocurre con los canteranos del Betis. Osasuna, un club tradicional de cantera, lleva dos partidos jugando sin un solo navarro. La sociedad española se ha empobrecido a todos los niveles, incluido el fútbol.


- También se le acusa de frenar la inversión deportiva. Según las últimas cuentas, habría un margen mayor para gastar en futbolistas. ¿Se estudiará?

- Esa decisión se toma en el plan de viabilidad para cumplir con el convenio. Somos prisioneros de nuestros compromisos, pues dijimos a los acreedores que nos perdonaran el 50% de la deuda, que se la íbamos a pagar en ocho años, y pedimos crédito porque presentamos nuestros gastos y acordamos los límites en que nos moveríamos, con los que tenemos que ser rigurosos. Estamos tratando de que todo el gasto ordinario se cubra con el presupuesto ordinario, ignorando que se pueda vender o no un jugador. Durante años, uno de los tumores del fútbol español era aplicar la cuenta de la vieja: ponías los gastos y, como los ingresos eran inferiores, los cuadrabas con venta de jugadores. Estamos siendo cuidadosos y conservadores, con la conciencia de que administramos un dinero que no es nuestro. En este país, eso llama la atención, porque la costumbre es derrochar el dinero que no es tuyo. Consideramos que la dirección deportiva tiene los recursos suficientes.


- Ese planteamiento es muy respetable, pero, tras la venta de Beñat y Pozuelo, se presenta un superávit de 12,7 millones de euros y se asegura que el convenio podría liquidarse en menos años de los ocho presupuestados. ¿No sería conveniente invertir más para salir de la situación deportiva actual?

- No contemplamos en el presupuesto la venta de jugadores, pero aprovechamos sus beneficios, claro está. Lo usamos en la reducción de deuda (40% para Hacienda y convenio) y destinamos el resto a Tesorería u otras inversiones. Tengo que matizar que nosotros no debemos adelantar los pagos del convenio, ya que, si tienes la posibilidad de pagar aplazado sin interés y lo adelantas sin ningún beneficio, podría interpretarse como una mala gestión.


- ¿Se irá al mercado invernal?

- Hoy es impensable comprar un jugador, ya que el mercado
está cerrado. Según con el bético que hables, tiene en su cabeza el refuerzo que necesitamos. No sé si de aquí a diciembre se lesionan los dos porteros... El aficionado debe tener claro que el Betis tiene recursos propios para renovar o cambiar su plantilla si es necesario en un mercado que, por definición, es malo, ya que se venden jugadores que no están jugando, por lo que debe ponerse a punto. Sin embargo, vendrá un futbolista de ser solicitado, pero es razonable recordar, como han repetido por activa y por pasiva nuestro entrenador y nuestro director deportivo, que ese mercado no nos gusta.


- Se acertó con Paulao y Pabón, así que se tratará de elegir bien...

- Pues hay que decir, que se dice poco, es la inmensa habilidad del director deportivo para acertar dos veces en un mercado habitualmente malo y complicado. Habrá que resaltar la habilidad de Stosic y su equipo.


- ¿Renovarán Amaya y Salva?

- No adelanto nada. Confío en que todo se resuelva pronto. Se está tratando ambas renovacionescon sus agentes y el tema transcurre con normalidad.


- ¿Es viable la finalización del Benito Villamarín a corto plazo?

- A corto plazo, no es viable terminar el estadio, pues la situación inmobialiaria no invita. Sería acompañado de otra opción que generara ingresos suficientes, como, por ejemplo, construir Gol Sur y hacer una torre de oficinas. Ahora mismo, no es posible.


- ¿Se contempla la opción de recurrir a ayudas externas?

- Hacerlo a pulmón, como lo está haciendo el Athletic o intentaba el Valencia, es tremendamente complicado. En Bilbao se está haciendo con muchísimo dinero público y en Valencia quieren terminar el nuevo campo así. Nosotros somos contrarios a que una actividad como el fútbol deba estar subvencionada con la que está cayendo en la calle. Nos parece un auténtico derroche que al Betis tenga que construirle nadie un estadio, sino que se hará cuando los béticos tengamos recursos para ello. De momento, no hay necesidad, pero invertiremos recursos en mejorar las instalaciones. Si costase 10 millones seguro que lo terminábamos ya. La grada de la ciudad deportiva, con 1.500 asientos, cuesta 2,5 millones.
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