Vergonzosa la imagen del
Betis en la primera parte del partido de ida de los dieciseisavos de final de la
Copa del Rey. En apenas cinco minutos, el conjunto de
Merino ha estado a punto de tirar por la borda la eliminatoria y decir adiós al torneo K.O. ante un
Almería que tampoco tuvo que hacer demasiado para irse goleando al descanso.
Con un
Benito Villamarín casi vacío, el conjunto de
Francisco se adelantaba en el minuto 3 tras un saque de esquina en corto que fue a parar a
Mané, que desde la frontal se sacó un disparo raso que acabó entrando en la portería defendida por
Dani Giménez tras tocar en
Perquis.
El choque se ponía muy complicado pero apenas dos minutos más tarde torcía ya a casi imposible. El
Almería montó una contra que acabaría finalizando
Teerasil en un mano a mano con el meta bético. Los pitos no tardaron en aflorar en el Villamarín. Lejos de reaccionar, varios jugadores del
Betis se mostraron apáticos por no decir sin ganas de jugar. Con un poco que apretara en la presió el
Almería, creaba una jugada de peligro sobre el arco verdiblanco.
Faltas de imprecisiones y poco diálogo en el Betis, con un técnico interino que esta noche más que nunca firmó su sentencia en el banquillo por si había alguna duda sobre su continuidad.
En el 29' llegaría el
tercero. Una falta en banda izquierda botada por
Corona fue peinada en el primer palo y remachada a la red bética por
Quique González en el segundo palo. Fue el colmo, muchos aficionados decidieron poner rumbo a casa.
El
Betis tuvo su mejor y prácticamente única ocasión de peligro en la testa de
Perquis, que remató desviado en un saque de esquina. Así se llegó al descanso. Con la pitada del público.
Tras el paso por vestuarios el
Betis saltó al césped con la intención de
recortar distancias. En diez minutos piso el área de
Julián más que en toda la primera mitad. La tuvo
Rennella pero estrelló su cabezazo en el
larguero. Y después llegó el error de Caro en la entrega del balón que propicio la cabalgada de
Wellington y el cabezazo de
Édgar para hacer el 0-4.
La eliminatoria parecía sentenciada y el
Betis desahuciado. Pero todo conocemos al Betis, es capaz de lo mejor y lo peor en el mismo partido. Muchos aficionados no entendieron la entrada de
Rubén Castro a falta de 16 minutos para el final pero el canario hizo el 1-4 en el 80' al remachar a la red un centro de
Lolo Reyes.
Con este tanto,
Rubén Castro se convierte en el
máximo goleador de la historia del Betis con 95 goles, superando los 94 de Domínguez. Los suplentes del Betis demostraron que no están para nada pero los del
Almería no se quedan atrás. Apenas cinco minutos más tarde
Perquis hacía el segundo tanto bético rematando de cabeza un saque de esquina. La eliminatoria parecía más viva.
Sonrió un poco la suerte a los verdiblancos al equivocarse
Martínez Munuera al señalar fuera de juego en el tanto de
Dani Romera. Y del posible
2-5 se pasó a lo impensable, el
3-4.
Jorge Molina, en boca de todos estas semanas por su poca participación hacía el tercero al cabecear un saque de esquina en el primer palo. Muchos béticos se frotaban los ojos para creerlo.
La eliminatoria llega viva a
Almería, algo impensable al descanso. Pese al arreón final, este resultado no oculta los defectos de un
Betis que debe mejorar mucho si quiere entrar en la lucha por el ascenso directo. El objetivo verdaderamente importante esta temporada.
-Ficha técnica:
Real Betis: Dani; Piccini, Perquis, Caro, Casado; Lolo Reyes, N'Diaye, Matilla (Kadir 53'); Chuli (Jorge Molina 53'), Pacheco y Rennella (Rubén Castro 74').Almería: Julián; Míchel, Antonio Marín, Dos Santos, Mané; Verza, Corona (José Ángel 68'), Iván Sánchez (Wellington 60'), Edgar, Quique y Teerasil (Dani Romera 68').Árbitro: Martínez Munuera (c. valenciano). Amonestó a los béticos Perquis, Casado; por parte almeriense mostró cartulina amarilla a Iván Sánchez, Teerasil.
Goles: 0-1 (3') Mané;
0-2 (5') Teerasil;
0-3 (29') Quique González;
0-4 (61') Édgar;
1-4 (80') Rubén Castro;
2-4 (85') Perquis;
3-4 (90') Jorge Molina.
Incidencias: Estadio Benito Villamarín. 4.000 espectadores aproximadamente.