Si no hay imprevistos de última hora,
Germán Pezzella tomará un vuelo esta noche y llegará a Heliópolis mañana por la tarde para convertirse en el
tercer fichaje de la era Macià. Ayer, mientras el futbolista se ejercitaba a las órdenes de
Marcelo Gallardo en doble sesión,
Betis y
River remataban la operación y limaban las últimas asperezas, surgidas por el deseo de los bonaerenses de cambiar las condiciones inicialmente pactadas (dos millones por el 50% del pase).
Concretamente,
los directivos 'millonarios' solicitaron más dinero (primero un millón más, y luego 500.000 euros), algo a lo que se opusieron rotundamente los rectores heliopolitanos. Es más,
Macià interpretó esta maniobra como un mero gesto de cara a la galería para quedar bien con su afición, que había expresado su enfado a través de las redes sociales por el bajo precio.
Sin embargo,
River siguió tensando la cuerda de otra manera: amenazando sutilmente con no liberar al futbolista hasta después de las
semifinales de la
Copa Libertadores, que se disputarán el 14 (ida) y el 21 de julio (vuelta). El
Betis, obviamente, quiere contar con el
futbolista para el inicio de la pretemporada y no está dispuesto a correr el riesgo de que caiga lesionado, pero asume que, en este sentido,
River tendría la sartén por el mango. Así pues, tras el tira y ambos clubes han llegado a un acuerdo y
Pezzella llegará al Betis por 2,5 millones de euros por la mitad del pase del argentino.
De esta forma, el central pondrá rumbo a
Sevilla en la noche de hoy para llegar a tierra hispalense a lo largo del día de mañana y firmar su nuevo contrato como jugador del
Betis.