Pablo Ruiz, campeón de España del PES

"Me da rabia ser el único bético que puede ganar un título esta temporada"

"Me da rabia ser el único bético que puede ganar un título esta temporada"
Pablo Ruiz (con gorra) durante la final española de la PES League, que se disputó en Madrid. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 8 min lectura
Cambia el gesto cuando se le refiere la broma que da título a este reportaje. "No te creas que no me da rabia ser el único bético que puede ganar un título esta temporada. Más que un consuelo, es un fastidio. Estoy, como muchos, harto del conformismo, del 'CurroBetis', de asumir que no podemos ganar un derbi", admite a ESTADIO Deportivo Pablo Ruiz Díaz, de 26 años, sevillano y socio verdiblanco desde los seis: "Voy cada partido con mi padre. He pasado por todas las zonas del Villamarín, desde Fondo a Preferencia, pasando por los Goles. Tuvimos hasta un palco VIP. Pero no falto un domingo desde que me estrené con un Betis-Mérida que recuerdo como si hubiera sido ayer".

El pasado sábado de Feria, este hispalense del Casco Antiguo se proclamó en Madrid campeón nacional de la PES League, torneo que desde hace más de una década organiza Konami, lo que le permitirá luchar el próximo 28 de mayo en Milán por el título mundial, lo que sólo ha logrado un español. Volverá a elegirse en el Pro el Real Madrid, que le va más a su estilo, "de contragolpe y explosividad arriba". Prefiere no hacer sangre elucubrando cómo quedaría con 'su' Betis: "(...) Al ser casi como en la vida real, tienes que jugar con los mejores equipos para ganar. No hay otra". Y se le nota cierto dolor, porque, tras el derbi, confiesa estar "harto, cansado y tocado, como todos los béticos, pero nunca hundido".

Pablo, que no aspira a ganar dinero con su 'hobby' futbolero, no utiliza tópicos para referirse a la situación de su equipo del alma, sino que habla con conocimiento de causa, sin pelos en la lengua. Por ejemplo, cuando se pronuncia sobre Ángel Haro: "Este presidente empieza a recordarme a los anteriores, como le pasa a muchos béticos. Cuando saltó a la palestra, era necesario un cambio, sobre todo para frenar una amenaza mayor como era el regreso al pasado, con Castaño y Lopera. Entró prometiendo el oro y el moro, aunque el proyecto le ha salido rana, como se suele decir".

Porque, para Ruiz Díaz, el gran enemigo del Betis es el conformismo. "No podemos estar contentos simplemente con salvarnos, sino que debemos aspirar a más, ser ambiciosos. Veo ilógico que Merino quiera renovar por cumplir con el objetivo, como también echar al director deportivo tras sólo un año. Es cierto que, con los datos en la mano, quizás no se ha ganado seguir, pero sólo creceremos dando confianza a un proyecto a medio-largo plazo. Tenemos que fichar a un entrenador contrastado, como Juande Ramos, y dar a Torrecilla, si es que viene al final como dicen, más confianza de la que ha tenido Macià. En el Celta tuvieron paciencia con él", sentencia Pablo, que no era 'melista' ni 'antimelista': "Había que echarlo, pero no poner a Merino. Un entrenador que tenía al filial abajo en Segunda B no es un técnico para el primer equipo, con todos mis respetos. Si queremos crecer, evolucionar, hay que tener miras superiores. No digo que no haya que estar agradecidos a Merino por su trabajo o que no tenga que estar vinculado al club, pero hay que dar un salto".

Para terminar, el candidato español al título de campeón mundial de la PES League trata lo que considera un tema capital para conseguir ese Betis grande con el que sueña, que no es otro que la profesionalización por encima del corazón. "Me parece muy bien que Dani Ceballos o Joaquín se enfaden y den puñetazos al suelo cuando perdemos, pero basta ya de golpes en el pecho. Prefiero 20 tíos de fuera, que no sean canteranos pero que me hagan campeón, a 20 béticos que nos lleven a Segunda división. Debemos dejar de mirarnos el ombligo y de recrearnos en nuestra mediocridad para crecer de verdad. Al beticismo le gusta ver a los de la casa, pero le gustaría más ganar títulos", zanja Pablo Ruiz, uno de esos ‘locos de la cabeza’ que luchará dentro de un mes y un día por convertirse en campeón, pero que, seguramente, daría un brazo por poder disputar los torneos de Pro Evolution Soccer en años venideros eligiendo a los que visten la camiseta de las trece barras porque el nivel de aquéllos a los que representan en el juego se ha disparado.


Keylor Navas lo salvó en la gran final, su peor partido
"De los 32, sólo un amigo y yo jugamos con el Real Madrid; los otros 30, con el Bayern. Es que Robben es el mejor del juego y Neuer, el portero más completo", aclara Pablo, que se clasificó bien en su grupo y pasó con cierta facilidad en octavos y cuartos, pero que tuvo que remontar en ‘semis’ y sufrió en la final: "Iba 1-0, pero mi rival mereció remontar. Fue mi peor partido, pero Keylor me salvó".


A acabar con tres años de sequía en el torneo
Éste será el quinto año que el torneo organizado por Konami, la distribuidora japonesa del Pro Evolution Soccer, adquiera dimensión mundial, no sólo europea. En su versión española, un andaluz logra hacerse con el título por tercera edición consecutiva, al tiempo que Pablo Ruiz, el primer sevillano, aspira a reverdecer los laureles patrios en una disciplina dominada tradicionalmente por los jugadores alemanes, italianos y franceses. Un español logró el título en 2012, a lo que habría que sumar los subcampeonatos de 2009 y 2013, un hito que al protagonista de esta entrevista no obsesiona: "Voy ilusionado, pero, como Simeone, partido a partido, sin presiones. Soy consciente de mi nivel, aunque es difícil".


El eterno rival, espejo en el que mirarse
"Hace diez años, el Betis estaba por encima del Sevilla. Por mucha rabia que nos dé, ellos han crecido mucho y ganado un montón de títulos, mientras que nosotros nos hemos debilitado, en parte por los vaivenes institucionales. Ojalá en una década estemos a ese nivel, pero, por desgracia, ahora mismo no es así", se lamenta Pablo, quien pone como ejemplo la confianza que han tenido las cabezas visibles del eterno rival en el área deportiva: "Desarrollaron un proyecto a largo plazo, con Monchi y Emery al frente. Recuerdo que, antes del Euroderbi, el vasco estaba contra las cuerdas, pero se le mantuvo. Hay que tener más paciencia cuando sabes que tienes a las personas adecuadas".
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