Betis-Getafe: Con alicientes un poco forzados

Desde el prisma de la lógica, resulta difícil esperar un resultado de signo diferente al '2' esta tarde en la casilla 4. Y es que, por muchos maletines que hubiera o por mucha motivación que se intente insuflar (de manera bastante forzada, la verdad) al anfitrión, el Getafe tiene todas las de ganar en el Villamarín. En el fútbol, obviamente, puede pasar de todo, si bien parece que, si el equipo azulón logra controlar un poco la ansiedad y le imprime intensidad al partido, su posición privilegiada respecto a los otros dos candidatos al descenso debe bastar. Y es que un triunfo vale a los azulones para seguir en Primera sin tener que mirar marcadores ajenos, por lo que, habida cuenta de que el Betis comparecerá salvado, sin su portero titular y con el resto pensando más en las vacaciones que otra cosa, muy mal se le tiene que poner la cosa para que no sean Sporting y Rayo Vallecano los que sucumban junto al ya K.O. Levante.

Con todo, algún aliciente resta en verdiblanco. Dejando a un lado los intereses de la entidad en el plano económico (por el nuevo reparto televisivo, mejor que bajen los que llevan más tiempo seguido en Primera), complicados de trasladar a los profesionales, los otros son netamente particulares. Empezando por los de Rubén Castro, que buscará el gol que fije un nuevo listón personal en la elite del fútbol español, que deberán ser varios para luchar por el Trofeo Zarra, al írsele Aduriz con su acierto postrero ante el Sevilla.

En el capítulo de despedidas, Juan Merino vuelve a cerrar otro exitoso servicio al primer equipo, cumpliendo de nuevo el objetivo marcado desde la planta noble del Benito Villamarín. Su sustituto, Gustavo Poyet, estará en el palco junto al nuevo director deportivo, Miguel Torrecilla, quizás un incentivo extra para aquellos jugadores que estén en ese limbo existente entre los que cuentan para el próximo proyecto y los que serán descartados. El míster linense, que dará la lista a última hora de la mañana de hoy, tendrá las bajas seguras de Adán y Cejudo por acumulación de amonestaciones, al tiempo que Digard, Bruno y Kadir se ausentarán, salvo sorpresa, por lesión, ya que volvieron a ejercitarse al margen en la víspera. No así Petros, que se recuperó a tiempo de una sobrecarga lumbar.

Sea como fuere, el once heliopolitano alberga ciertas dudas, especialmente en la parcela ancha, pues Dani Giménez formará bajo palos, mientras que Pezzella y Westermann (que vuelve de sanción) ejercerán de pareja de centrales. En los laterales, Molinero, que afronta su último encuentro con la camiseta de las trece barras, y Montoya gozan de ventaja, ya que sería forzado que Vargas retornase a la izquierda o que N'Diaye repitiese en el eje de la medular.

El sistema de si Merino propicia de inicio o al final el homenaje a Jorge Molina, el gran capitán, que dice adiós al Betis seis años y 77 goles después. De saltar de inicio el alcoyano, como sería pertinente, el conjunto hispalense se dibujaría según un 1-4-4-2, con Alfred y el habilitado Ceballos por dentro, al tiempo que Musonda y Joaquín estarían en los extremos, sin descartar la opción de que Portillo, que acumuló buenos minutos en Ipurua, actúe acostado en la izquierda, con lo que el esquema sería asimétrico. Matices que redundarían en la profundidad o en la posesión.