Mónaco, Marsella, Lille y Lyon tras la estela parisina.

Ligue 1: Todos contra el PSG

Mañana da comienzo la Ligue 1, la temporada comienza en Francia con el PSG como máximo favorito y rival a batir. El Mónaco de Falcao, el nuevo Olympique de Marsella entrenado por Bielsa, el sorprendente Lille, O. Lyon dispuesto a volver con fuerzas y un Saint-Ètienne luchador estarán a la sombra del equipo parisino. Mucha expectación para una de las mejores ligas europeas.

Ligue 1: Todos contra el PSG
Zlatan Ibrahimovic celebrando un gol - Redacción
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
El París Saint-Germain de Zlatan Ibrahimovic defenderá el título de campeón de Francia logrado el año pasado y deberá soportar el papel de favorito para renovarlo, frente a los otros aspirantes, el Mónaco del colombiano Radamel Falcao y el Olympique de Marsella del técnico argentino Marcelo Bielsa. En la liga que comienza este viernes con el partido Stade Reims-París Saint-Germain, el equipo de la capital es el que más dinero ha invertido para hacerse con estrellas de talla europea. Junto a Ibra, el uruguayo Edison Cavani, discreto la temporada pasada, aguarda para dar el salto que se le supone al fichaje más caro de la historia del fútbol galo.


El principal refuerzo de los campeones ha sido, hasta el momento, el defensor brasileño David Luiz, por el que pagaron unos 50 millones de euros, a la espera del centrocampista argentino del Real Madrid Ángel di María, que los rumores sitúan en el club de la capital francesa. El equipo que entrena Laurent Blanc espera cimentar en su campeonato nacional el salto adelante que quiere dar en la Liga de Campeones, objetivo declarado de los propietarios cataríes de la entidad, para lo que han desembolsado ingentes cantidades de dinero. Menos esta temporada, en la que la UEFA les limitó las opciones de inversión en virtud del llamado "juego limpio" financiero. Así, la eventual llegada de un fichaje de entidad debería ir acompañada de la salida de otro jugador. El subcampeón del mundo argentino Ezequiel Lavezzi puede ser el hombre que entre en esos intercambios.


Para tratar de contrarrestar la hegemonía del PSG, el Mónaco ha cambiado de entrenador. Sus propietarios rusos encontraron demasiado conservador al italiano Claudio Ranieri y decidieron sustituirlo por el portugués Leonardo Jardim, reputado por su juego más ofensivo. La llegada del técnico luso ha sido la principal novedad del club del principado, que en el apartado de fichajes no se ha mostrado muy activo. Tras su brillante Mundial, el colombiano James Rodríguez se marchó al Real Madrid por 80 millones de euros y la salida de su compatriota Radamel Falcao es objeto de multitud de rumores. De momento, el Tigre es la "incorporación" más brillante de la entidad, porque el año pasado estuvo media temporada alejado de los terrenos de juego por una grave lesión que también le hizo perderse el Mundial de Brasil.


Otro equipo que ha apostado por la renovación desde el banquillo es el O. Marsella, que con menos poder financiero que sus dos principales rivales, ha optado por la experiencia del argentino Bielsa para contrarrestar su poderío futbolístico. El rosarino llega a uno de los clubes con más solera de Francia, con más afición y más peso, pero en plena crisis, después de que el año pasado acabara sexto del campeonato, lo que le priva de toda competición continental y de los ingresos que eso conlleva. Resta por ver si el Lille, tercero del pasado campeonato, es capaz de mantener el duelo de los grandes un año más. El equipo, que jugará la previa para meterse en la fase de grupos de la Liga de Campeones tras haber superado tres rondas previas, cuenta con la experiencia del técnico René Girard, campeón con el Montpellier hace dos temporadas, pero tendrá que hacer frente a la fatiga de haber comenzado a competir antes que sus rivales.


En Lyon sueña con regresar a los primeros puestos del fútbol francés, aunque su objetivo es más modesto, firmar una nueva clasificación para la competición europea, en la que no fallan en lo que va de siglo. La entidad que dominó el fútbol francés a principios de la década ha quedado relegada ahora a un segundo plano ante la llegada de importantes inversores extranjeros y cuenta con las perlas de su centro de formación para lograr sus fines. El club ha contratado a un nuevo entrenador, Hubert Fournier, un hombre de la casa, para sustituir a Rémi Garde, que el año pasado solo pudo ser quinto, la peor clasificación del club desde 1998. Por su parte el Saint-Ètienne, cuartos la pasada campaña, disputarán la Europa League e intentarán repetir el éxito de la pasada temporada. Con Christophe Galtier como entrenador y la llegada de buenos refuerzos como el delantero Ricky van Wolfswinkel darán de que hablar de nuevo en la Ligue 1.
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