Adrián
Wojcik Kosela ha vuelto para reivindicarse. El hispano-polaco tiene ganas de que su nombre suene, de hacerle ver a
Betis,
Sevilla y
West Ham que se han perdido a un gran futbolista. Pero, sobre todo, de demostarse a sí mismo que el "sueño" de convertirse en "futbolista de Primera" sigue más vivo que nunca. Y para ello está el
Cabecense, que acudió al delantero en el pasado mercado invernal con la idea de darle minutos a un jugador que pretende alcanzar como rojinegro "los
ocho o nueve goles". De momento, lleva tres desde que debutara el 7 de enero ante el
Guadalcacín.
"Estoy muy satisfecho de haber venido a este club, me ha dado la oportunidad de seguir creciendo, y le doy las gracias dando la cara en cada partido.Vine para trabajar y conseguir los máximos goles posibles, porque yo vivo del gol.
Quiero que se escuche hablar de mí", señala Wojcik, que no escatima en elogios hacia su nuevo equipo, al que prefirió a pesar de tener ofertas de
Linares,
Badajoz y algunos conjuntos de
Segunda B: "El
Cabecense es un club
muy grande, con muy
buena afición y un campo donde da gusto jugar".
El nombre de
Wojcik empezó a ser conocido por los aficionados del fútbol sevillano cuando en
2013 pasó de la
cantera del
Betis a la del
Sevilla, un cambio que nunca deja indiferente. "En el
Betis estuve muy contento los dos primeros años, pero en el último estuve muy espeso. Debuté en Segunda B, incluso entrené con el primer equipo algunas veces.
Tuve la oportunidad pero no la aproveché. Si no seguí en el Betis yo tuve la culpa.
No tuve la actitud que debería haber tenido", se autoinculpa el ariete al hablar de su etapa de dos años de juvenil y otro de sénior en
Heliópolis, a donde llegó procedente de su
Málaga natal, jugando en las categorías inferiores del
Benamiel junto al hoy madridista
Isco Alarcón, con el que sigue manteniendo el contacto.
Se fue del West Ham por dineroY de
Los Bermejales pasó a la carretera de Utrera para jugar con el
Sevilla C en
Tercera. "Allí estuve muy contento, aunque
la gente no le dio el visto bueno a eso de pasar del Betis al Sevilla. En el Sevilla tampoco le echo la culpa a nadie, podría haber seguido el siguiente año, me propusieron seguir otra vez en el Sevilla C, pero me salió la propuesta del
West Ham y me fui a Inglaterra", señala el punta rojinegro, que tampoco tuvo mucha suerte en
Londres: "Todo lo que hice en el equipo reserva, lo hice muy bien. El problema fue el
dinero que tenían que pagar por mí por ser extranjero, así que no pudo ser y me vine al Cabecense".