OPINIÓN

Castro, a servir; los Del Nido, a servirse

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
Castro, a servir; los Del Nido, a servirse
- JOAQUÍN ADORNA
Con premeditación y alevosía. Mirando el calendario, esperando a esos partidos (Barça, Villarreal, Manchester City, Madrid...) en los que las derrotas podían trasladar la tormenta deportiva al plano institucional. Esos que se dan golpes en el pecho como sevillistas de corazón preferían ver perder a su equipo para ejecutar su traición en el contexto que más les beneficiaba.

Gómez Miñán y la familia Del Nido, padre en la sombra e hijo como brazo ejecutor, se han quitado las caretas. Yo, contigo, presidente. Yo, contigo, amigo Castro. Yo, contigo... pero sin ti. Lo escribí en el primer intento de asalto al poder y lo reitero ahora. Del Nido Junior fue aquel día, en aquella Junta de Accionistas, imprudente y desleal.

Ahora ha dado otro pasito en su degradación moral para convertirse en traidor. Seguramente, manejado cual impersonal marioneta por un padre que, aunque sigue en la cárcel por malversación de fondos públicos y aunque no podrá volver a la presidencia del Sevilla, pues pesa sobre él una inhabilitación absoluta de quince años, necesita el poder del club para acceder a una importante fuente de financiación.

Desbancar a Castro es el objetivo. Pero los sevillistas, lo dice Roberto Alés en estas páginas y la encuesta realizada por ESTADIO, lo tienen claro: saben que Castro ocupa el sillón para servir al club y que los Del Nido lo necesitan para servirse de él. Esperemos que los aficionados no se confundan cuando deje de entrar la pelotita.
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