¿Por qué no La Cartuja?

¿Por qué no La Cartuja?
- Eduardo Gil (17/02/2016)
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Ahora va a resultar que no es recomendable que Madrid, hasta hace un rato candidata a organizar unos Juegos, albergue el mismo día a Bruce en el Bernabéu y la final de Copa en el Calderón. Ya sea para tocar las narices o para no pronunciarse públicamente por el estadio donde el eterno rival ganó dos copas, el Sevilla ha insistido en jugar en el campo del Madrid. Y como lo que no puede ser además es imposible, nos conducimos a que se cumpla la lógica del Manzanares de no mediar un giro inesperado.

¿Y por qué el Sevilla no apuesta por jugar en La Cartuja? Al fin y al cabo, el Barcelona tuvo el atrevimiento de lograr jugar en casa hace un año. No debería ser menos el Sevilla. Así que, si Bartomeu ha renunciado a proponer su propio estadio, el club de Nervión estaría en su derecho y hasta en su deber para con los sevillistas. Pero parece existir un pacto no escrito de "yo no pido mi campo, ni tu La Cartuja".

El Sevilla aún recuerda cómo acabó la votación en junta directiva de la RFEF sobre la sede de la última final. Mejor no provocar al gigante. La Federación sabe que La Cartuja es lo más parecido a un Wembley español: siempre está disponible, hasta el punto de que es capaz en tres días de instalar tepes de última generación con un coste más que asumible. Es por ello por lo que el Estadio Olímpico está obligado a ofrecerse abiertamente y cuanto antes. Mientras el Sevilla juega sus cartas, nada bueno puede esperarse de Ángel María Villar en estos momentos. Por eso, ¿quién le pone el cascabel al gato?
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