Opinión

El informe Maciá

El informe Maciá
- Eduardo Gil
Eduardo GilEduardo Gil2 min lectura
Las razones del despido se resumen en una: hay hacer un equipo nuevo. La planificación estival nunca priorizó traer gente rápida y, menos aún, la necesidad de un acompañante para Rubén. Ricky llegó el último día. Resulta sonrojante que, meses más tarde, el número uno fuera Zárate. Van der Vaart y Tarek descalifican a cualquier fichador serio. El resto presenta más sombras que luces.

El historial de lesiones de Digard, los problemas físicos de Vargas, Westermann o Joaquín, fruto de su edad. Veremos si el que venga, traga con gente como Pezella o Petros. El resto son detalles: la particularísima manera de trabajar del director deportivo sin reportar gestiones o desplazamientos, la fractura con Mel, la tardanza y costosa renovación de Ceballos, la cláusula de Adán, el viaje de siete horas para que Juande te pusiera la cara colorada? y Damiao. Se le firmó por uno en vez de por cuatro, pero nunca debió firmar. Más Musondas y Montoyas hubieran sido necesarios. Lástima, Maciá no ha conseguido que sean patrimonio del club porque están a préstamo. Haro pretende huir de la mediocridad con Torrecilla. Lo peor del derbi no fue perderlo, fueron las explicaciones. Han empezado a rodar cabezas y aún sigue rodando el balón.
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