La dupla Bacca-Gameiro sigue sin dar los frutos esperados

Jugar con dos delanteros, como jugar sin ninguno

Entre ambos sólo han fabricado el 2,9% de los goles que suma el Sevilla esta temporada y ante el Levante apenas se pasaron el balón para sacar desde el centro del campo.

Jugar con dos delanteros, como jugar sin ninguno
Bacca y Gameiro sacan de centro en el partido ante el Levante. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez5 min lectura
Se ha centrado el debate en el Sevilla durante meses en la posición que debe ocupar Ivan Rakitic en el campo. Mediapunta o mediocentro. Mediocentro o mediapunta. De eso, se decía, dependía toda suerte del equipo de Unai Emery. Con el paso de las jornadas, el vasco ha atisbado que resulta conveniente jugar lejos de casa con un doble pivote defensivo y el suizo-croata por delante, ya que el equipo anfitrión suele llevar el peso del partido y le resulta así más fácil defender, sintiéndose los suyos más seguros, al dejar menos espacios y tapar las vías de pase rival. En el Sánchez Pizjuán, sin embargo, el que está obligado moralmente a dominar es el Sevilla. Por ello, Rakitic debe actuar como ´cerebro´, casi de ´5´.


En la sala de prensa, se le cuestionaba a Emery el sábado por quién es mejor acompañante para el ex del Schalke: si, no estando M´Bia, debía ser Iborra en lugar de Carriço, para que el portugués formara pareja en la zaga con Fazio. Resulta obvio que el argentino se siente más seguro al lado de Carriço, pero el problema de este Sevilla con 4-4-2 está más arriba: en la delantera. Ante el Levante, actuaron Bacca y Gameiro desde el inicio. No sólo porque son los mejores, sino porque son los únicos que quedan. Ninguno, sin embargo, estuvo bien. Y no sólo ante el Levante, sino que esta circunstancia se repite cada vez que están ambos sobre el verde. Ni se buscan, ni se encuentran. Apoyan esta teoría los datos. El sábado, fueron los hombres de campo que menos balones tocaron y sólo realizaron dos disparos a puerta cada uno, aun teniendo el Sevilla un abrumador 80% de posesión durante algunos compases del encuentro. La falta de entendimiento entre ambos, además, es absoluta. Gameiro le dio un único pase a Bacca y éste, seis al galo, si bien cuatro de ellos fueron en saques desde el centro del campo: tres tras los goles del Levante y otro al comenzar la segunda parte, cuando le tocaba poner el cuero en juego a los nervionenses.


Bacca y Gameiro, por semejantes, son pocos complementarios. Más bien nada. Ninguno destaca en el juego aéreo; ambos rápidos, le gusta el balón al espacio, son pocos asociativos, caen a las bandas y dejan al equipo sin referencia, y, cuando reciben el cuero, sólo tienen la portería rival entre ceja y ceja. Por eso, no se ven, pese a estar uno junto al otro. El único ariete distinto, el único complementario con ambos de forma independiente, era Rusescu, más posicional y asociativo. Sólo él sabía aguantar el balón, levantar la cabeza y mirar más allá de los tres palos. El rumano ya no está, ni tampoco nadie que le haya reemplazado. Iban a ser él, Bacca y Postiga, fichaje frustrado, los atacantes del Sevilla 13/14, pero Gameiro se puso a tiro, tras años intentando ficharle. Que Bacca sea su ´gemelo´ no frenó un fichaje muy deseado. A día de hoy, no obstante, el francés y el cafetero siguen sin entenderse, algo que no se le escapa a Emery. "Utilizar esa dupla es algo que tenemos que mejorar. Nos ha salido bien en algunos partidos y tenemos que estar preparados para jugar con dos puntas", dijo antes de recibir a los granotas. Y sigue sin compenetrarles. Entre ambos, de hecho, sólo han fabricado dos de los 67 tantos (el 2,9%) que ha firmado el Sevilla esta temporada entre todas las competiciones. En definitiva, el de Hondarribia cuenta con dos grandes delanteros, pero, cuando juegan juntos, parece no tener ninguno.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram