La capital hispalense ha conquistado al mediocentro camerunés y a su familia

M´Bia lleva unas semanas buscando casa en Sevilla

El nuevo héroe del sevillismo evita hablar de su futuro, algo que deja en manos "de Monchi y del presidente"; nunca esconde que su deseo es jugar la Champions, pero su adaptación al club y la ciudad pueden hacerle cambiar de idea.

M´Bia lleva unas semanas buscando casa en Sevilla
M'Bia lleva desde abril buscando una casa en la capital hispalense. - Ó. M./ E. G. / A. T.
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Si hay un jugador del Sevilla cuyo nombre esté en boca de todo el mundo, sin duda ése es el de Stéphane M’Bia, elevado a los altares por el sevillismo, que le ha convertido en su nuevo héroe, después de su milagroso tanto en Mestalla, que dio el pasaporte para la final de Turín. Desde ese momento, todo los aficionados se preguntan por las condiciones de su contrato (el club se reserva una opción de compra de unos cuatro millones para firmarle por tres temporadas) y si sería posible retenerle. Algo lógico, pues es el hombre de moda.


Pero, ¿qué piensa el mediocentro camerunés de todo esto? De momento, prefiere no hablar mucho de su futuro. Como ya explicó en una entrevista para ESTADIO, ni esconde que su deseo es jugar la Champions la próxima temporada, ni mucho menos cierra la puerta a alargar su estancia en una ciudad que enamora a toda su familia. Tanto es así que, según ha podido saber este periódico, M’Bia lleva desde abril buscando casa en Sevilla, algo que puede ayudar a Monchi y a José Castro para convencerle de que siga vistiendo la camiseta blanquirroja.


En manos de ellos dos lo dejó todo el propio futbolista, que ayer atendió a los medios en el ‘Open Media Day’ celebrado en el Pizjuán: “Estoy muy bien aquí y me gustaría jugar en el Sevilla, pero ya veremos qué pasa al final de la temporada; aún no está decidido y dependerá de Monchi y del presidente”. En alguien tan pudiente, el deseo de comprar una casa puede responder a un simple capricho, por su declarada admiración por la Semana Santa y los paseos por el centro o por el río, o a su gran adaptación a un club en el que es un ídolo y un vestuario donde ha encontrado “una familia”. Si tan feliz es en Sevilla, quizás el acuerdo no sea tan utópico.
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