Sin Kramer ni Kruse, menos fiero que antaño

Los caprichos del destino han querido que el Sevilla vuelva a medirse en Europa al mismo rival un año después. El Borussia Mönchengladbach era, como el Sevilla, un equipo de Champions que circunstancialmente estaba disputando la Europa League. Fue, quizás, el rival más complicado al que se midieron los de Emery en su camino hacia Turín.

Tercero en la 14/15, el cuadro teutón es actualmente colista de la Bundesliga, tras caer primero con el Dortmund (4-0) y después en casa, ante el Mainz (1-2). No ha perdido jugadores como para ser último, pero sí es cierto que los 'potros' se han despedido este verano de dos futbolistas determinantes: Christoph Kramer, quien formaba una pareja de mediocentros de alto nivel junto al 'crack' Granit Xhaka (futbolista para club poderoso); y Max Kruse, que ha cambiado al Borussia por el Wolfsburgo (pagaron por él 12 millones). Sus respectivos recambios han sido Lars Stindl (ya se enfrentó al Sevilla con el Hannover) y Josip Drmic, llegado desde el Bayer Leverkusen y a quien se le intuye, hasta ahora, más talento del que demuestra.

Para su fortuna, permanece en el club su otra gran estrella, el técnico suizo Lucien Favre. Su Gladbach sale siempre jugando desde el portero (un fantástico Sommer) y domina tanto el fútbol de posesión como el contragolpe, los cuales sabe alternar durante un mismo partido según la necesidad. Generalmente, sale por Xhaka para acabar entrando por las bandas, donde genera superioridades sumando a lateral, extremo y uno de los delanteros de su 4-4-2. En los costados tiene a sus hombres más peligrosos, con velocidad y regate, como Herrmann, Ibrahima Traoré, Thorgan Hazard (ya suyo en propiedad), André Hahn o el recientemente renovado Fabián Johnson, que actuó contra el Sevilla como extremo zurdo, pese a hacer casi siempre en el lado diestro, ya sea arriba o como lateral.

Tan obvios son sus puntos fuertes como sus debilidades. El Borussia es un equipo poco agresivo (recupera más por provocar la pérdida con presión que por tackles) al que le falta gol y cuya defensa es muy lenta por el centro. El algo que ya supo aprovechar, por ejemplo, Vitolo, en aquella gran actuación en el estadio de los 'potros', quienes fueron por momentos, eso sí, superiores a los nervionenses con balón, pero que un año después, tras ver marcharse a dos de sus referencias, ha quedado algo debilitado.