A comienzos de la temporada las partes pensaban que éste sería el último año del técnico en Nervión

Las exigencias de Emery para seguir en Sevilla

Las exigencias de Emery para seguir en Sevilla
A Emery le gusta no dejar de construir, pero no para tener que volver a iniciar campaña tras campaña un nuevo proyecto desde cero. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez4 min lectura
Si ve que no va a poder crecer, se irá. Es tan simple y tan complejo, a la par, como eso. Unai Emery es tremendamente exigente consigo mismo y quiere que todos los de su alrededor también lo sean. En esta temporada, ha apreciado que el club ha incurrido en ciertos errores y desea cerciorarse de que no se volverán a repetir antes de dar el definitivo sí, algo que parece bastante cercano, ya que las primeras conversaciones sobre el futuro proyecto que tendría en Nervión le convencen.

La situación ha cambiado mucho desde el mes de septiembre. Entonces, ninguna de las partes estimaba, al contrario que ahora, que el vasco pudiese estar al menos un año más. El equipo estaba colista en la clasificación y Emery lo achacaba, en gran parte, a la mala preparación, la cual redundó en una importante cantidad de lesiones musculares y, por ende, en bajas que le obligaron hasta a colocar a Coke de lateral zurdo ante el Celta, sufriendo Mariano, muy lejos de su mejor forma, calambres desde el minuto 60. Fueron unas jornadas perdidas que evitan que ahora el Sevilla esté en puestos de Liga de Campeones.

Otro asunto es el de la plantilla. No sólo quiere futbolistas implicados, sino que en las 25 fichas estén cubiertos todos los perfiles. De algo de lo que se queja amargamente Emery es de la ausencia de otro Aleix Vidal, un extremo rápido con el que transitar rápido y sorprender tras la recuperación, alguien vertical y profundo que ensanche y alargue el campo. El elegido en verano fue un Kakuta al que se le empujó a salir precipitadamente ante su apreciable falta de implicación. Para más inri, el del jugador de banda veloz fue un problema no resuelto durante el mercado invernal, cuando Monchi trató de contratar, sin suerte, a André Carrillo o Keko Gontán. Al final, regresó Diogo Figueiras.

Paralelamente, el vasco no se muestra contrario a la política de ventas de la entidad. Todo lo contrario. Lo que no desea es tener que empezar desde cero cada año. Si sigue, no saldrán más de uno o dos futbolistas de los considerados fundamentales (Krychowiak, Gameiro, Vitolo, N´Zonzi...). Lo entiende como fundamental para el crecimiento sostenible que tanto pregona.

Lejos de eso, Emery espera que la actual plantilla sea mejorada en verano y para eso tendrán que marcharse, al margen de las grandes ventas que se produzcan, algunos futbolistas como Reyes, a quien se le renovó dos años con condicionantes que no podrá cumplir; Beto, en las mismas condiciones que el utrerano y que no ha correspondido a la confianza que el técnico depositó en él, la cual llevó a una polémica renovación; o Llorente, a quien no se le achacaba falta de implicación, pero sí de rendimiento.

Con todo, Emery valora la solidez, que club, jugadores y técnico sean uno. Que crean en él y que él crea. Crecer.
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