"La ciudad tiene el tamaño ideal y el Pizjuán, magia", resalta Monchi

Nervión, el mejor lugar para recuperar la sonrisa

Nervión, el mejor lugar para recuperar la sonrisa
Samir Nasri ha caído de pie en el Sevilla, donde está recuperando, como deseaba, el placer de jugar al fútbol al más alto nivel. - Carlos Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez4 min lectura
Pese a que no existe un secreto para fichar bien, el paso del tiempo ha ido dejando varias pistas. Por ejemplo, que las estrellas de los Mundiales o las Eurocopas están sobrevaloradas, como los jugadores de determinadas nacionalidades o de avanzada edad. También, que fichar futbolistas que estén a punto de romper o con problemas personales a un precio bajo suele salir bastante rentable, si ayudas después a estos últimos a salir de sus problemas. Así lo entendieron Clough y Taylor en el mítico Nottingham Forest campeón de finales de los ochenta, y así lo interpreta Monchi, especialista en hacer renacer a futbolistas y, por ende, especialista en revalorizarlos.

El último ejemplo es el de Samir Nasri, pero en la historia reciente del Sevilla hay otros muchos y llamativos casos de talentos caídos en desgracia que en Nervión volvieron a encontrar su lugar. "Aquí la gente es muy cercana al jugador y la ciudad es muy cómoda, del tamaño ideal. Otra de las claves es que el club es como una familia. No es tan grande como otros, pero lo es lo suficiente para tener la perspectiva de retos importantes. Y el Sánchez-Pizjuán es un estadio con magia, con algo especial que engancha", ha dicho Monchi en alguna ocasión. Es decir, nada que ver con la lluviosa, gris e industrializada Manchester, donde Nasri ya era incapaz de encontrar la felicidad.

Es una teoría, además, que trasciende. De hecho, es lo que invitó al mediapunta a no firmar con el Besiktas un contrato que ya estaba redactado y a tomar ´ipso facto´ un avión hacia San Pablo. "Quiero recuperar en el Sevilla el placer de jugar", reconoció al poco de llegar. Y, por su espectacular rendimiento, no cabe duda de que lo está haciendo, por lo que ya es extraño ver una foto suya en la que no aparezca sonriendo.

El valor de mercado de Nasri, según la web especializada Transfermarkt, es ahora de 15 millones, cuando no hace mucho llegó a ser de 26. Era este verano, por tanto, el único momento posible para convencerlo, el ideal para relanzarlo.

Sampaoli le prometió que le daría minutos y, tras probarlo por fuera, le ha encontrado un sitio en el centro, donde el otrora canterano del Marsella está minimizando la falta en el plantel de un 'cerebro', al irse Banega y no poder Monchi fichar a Roque Mesa o Dani Parejo. Precisamente, el argentino es otro ejemplo reciente de futbolista que ha renacido en Nervión. El Valencia pagó por él 18 kilos y arribó a Nervión por sólo 2,5. Su valor actual es de 17.

Con anterioridad, Luis Fabiano, depresivo en Oporto por no jugar y ver cómo raptaban a su madre; Kanouté, suplente en el Tottenham; Pareja, perdido en Rusia; Carriço, en la segunda inglesa; Escudé, sentado en la grada del Amsterdam Arena; o Rami, sin protagonismo en un triste Milan, también comprobaron que no existe un lugar mejor en el mundo para recuperar la sonrisa que el Ramón Sánchez-Pizjuán.
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