Con la visita del
Valencia este sábado se abre nuevamente el debate de las rotaciones en
Nervión, una cuestión que antaño no era noticia con
Eduardo Berizzo en el banquillo y que ahora, con
Montella, se ha convertido, incluso, en un tema ya algo manido. Y es que los del
Sánchez-Pizjuán disputarán dos 'finales' en cuatro días, habida cuenta de la importancia del partido de
Liga ante el conjunto che, en el que hay 'seis puntos' en juego en la lucha por la cuarta plaza, con derecho a
Champions el curso próximo y a ocho puntos de distancia.
Un partido en el que el 'Aeroplanino' tiraría del once tipo sin contemplaciones, a no ser que tres días después, el martes 13, se la juegue también en la
Liga de Campeones ante el
Manchester United, en
Old Trafford. Un duelo para el que el napolitano deseará contar, también, con sus hombres de confianza, con lo que ello conllevaría tras un partido de tanta exigencia como el de este sábado, ante el
Valencia y a estas alturas de la competición, en la que ya es conveniente dosificar esfuerzos de cara al tramo final, al que por ahora el
Sevilla llega vivo en las tres competiciones.
Un soliloquio similar al que
Montella vivió jornadas atrás ante el
Atlético de Madrid, una vez que días antes se hubiera medido en
Nervión al
United y en el que el italiano, pese a apurar hasta el entrenamiento previo de la misma mañana para decantarse, acabara utilizando su equipo base, el cual le aguantó poco más de quince minutos, lesionándose
Jesús Navas y derrumbándose por completo, con ello, el planteamiento de un partido en el que el plantel sevillista sufrió los esfuerzos físicos de la eliminatoria europea. De ahí que ahora
Montella, con la lección aprendida, pueda cambiar de idea y optar por darle oxígeno a su once, utilizando a hombres de refresco como
Nolito, que viene entrando con soltura en los partidos, o
Wissam Ben Yedder, ávido de minutos de calidad, entre otros.
Eso, por no hablar de meter en juego a refuerzos como
Sandro o
Roque Mesa, llegados este invierno con la clara intención de reforzar un equipo al que le faltaban mimbres. Una duda que en cualquiera de los casos tendrá que resolver el propio
Montella en estos días, sabiendo sopesar los esfuerzos de ambos partidos y teniendo que poner en la balanza la importancia de
LaLiga y el hecho de poder hacer historia en el club nervionense, donde nunca se ha conseguido el pase a los cuartos de final de la
Liga de Campeones, un hito que hoy por hoy está sólo a 90 minutos de distancia, aunque, eso sí, ante un coloso.