Los héroes de los títulos, una especie en extinción

Cuando apenas ha transcurrido poco más de un lustro desde aquel glorioso atracón de títulos que el Sevilla se dio en sólo 15 meses (en los que ganó dos copas de la UEFA, Supercopa de España, de Europa, Copa del Rey y dos trofeos de mejor equipo del mundo), los héroes que hicieron posible esa inolvidable gesta se encuentran en un evidente peligro de extinción.

No en vano, en la actual plantilla ya sólo quedan de aquella época Andrés Palop y Jesús Navas; pero el valenciano se marchará en junio casi con total seguridad y el palaciego abrió la semana pasada una puerta a su salida en una entrevista para Onda Cero: "No sé qué pasará en junio, pero para mí es clave poder seguir creciendo como futbolista y poder ganar títulos; así que no sé qué va a pasar", explicó el ´7´.

Y es que, al margen de lo que suceda finalmente, dando por hecho el amor del palaciego a los colores nervionenses y entendiendo que venderle el próximo verano podría llegar a ser una necesidad, bien es cierto que el Sevilla actual está en plena reconstrucción y parece muy lejos de poder volver a pelear títulos cada año, como hasta hace muy poco. En las últimas temporadas, Navas ha visto como poco a poco se ha ido desintegrando la mejor plantilla de la historia de la entidad, un proceso que comenzó en 2008 con el adiós del hombre que levantó todos esos entorchados, Javi Navarro, además del de otros artífices del éxito como Dani Alves, Keita y Poulsen.

Un año antes se habían ido David Castedo y Martí, además del triste fallecimiento de Antonio Puerta. Ya en 2009 le tocó el turno al ´héroe de Eindhoven´, Maresca y en 2010 llegó el turno de Luis Fabiano, Renato y Adriano. Dragutinovic y Capel se irían en 2011 y, en el pasado verano le tocaría el turno a dos hombres del peso de Escudé y de Kanouté.

En medio de este cambio de ciclo, para suplir a jugadores que rindieron muy por encima de lo esperado y que crecieron mientras hacían crecer al club, llegaron jugadores que en teoría eran de igual o mayor entidad para poder mantener tan privilegiado estatus. Sin embargo, los de Nervión sólo serían ya capaces de ganar la Copa de 2010, un logro del que sólo quedan siete supervivientes y, muchos de ellos, tienen su futuro en el aire.

Además, de los 16 jugadores restantes que hay en la actual plantilla, sólo cinco sabían lo que es ganar un título. Eso viene a demostrar que, por mucho o poco tiempo, el Sevilla ha dejado de ser un club ganador. Y Navas lo sabe. Y sus pretendientes, también.