El ex sevillista acaba de regresar de su aventura en el AEK de Atenas

Entrevista ED a Cordero: "La experiencia ha sido buena, pero he llegado a pasar miedo"

Entrevista ED a Cordero: "La experiencia ha sido buena, pero he llegado a pasar miedo"
Cordero, con la camiseta del AEK de Atenas, conduce el balón en el partido contra el Panathinaikos. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 7 min lectura
Miguel Ángel Cordero ya descansa en su pueblo natal, Lebrija, después de una experiencia que nunca olvidará por lo que le ha aportado como persona y como futbolista, y también porque le ha acercado al lado más oscuro del deporte rey: la violencia. Formado en la cantera sevillista y pieza básica en el Sevilla Atlético del ascenso a Segunda, el centrocampista aterrizó a finales de agosto en el AEK de Atenas, equipo en el que lo ha jugado todo, pero que, atenazado por los problemas institucionales y económicos, ha sufrido un descenso histórico a la segunda helena. Esta situación ha derivado en episodios muy desagradables -decenas de aficionados saltaron al campo armados con palos- en los que el lebrijano confiesa haber pasado miedo y temido por su integridad, más hace hincapié en que, en líneas generales, esta aventura le ha enriquecido y que se ha sentido más valorado que en España. Por ello, asegura a ED que no le importaría continuar fuera y probar en otra liga extranjera. De momento, está disfrutando de su tierra.

- Como en casa en ningún sitio...
- Sí, sí, estoy en mi pueblo desde el lunes pasado, pero la verdad es que, quitando lo que pasó al final, he estado a gusto allí.

- Cuénteme, ¿cómo ha sido su experiencia en el AEK, la primera fuera de España?
- Personalmente ha sido buena, lo que ocurre es que el club estaba un poco mal y hemos acabado de una manera de la que no esperábamos, porque estábamos en la zona tranquila y en los últimos partidos se complicó y al final todo ha quedado marcado por el descenso.

- ¿Qué ha supuesto para un club como el AEK bajar de categoría?
- Es un equipo histórico allí y la verdad es que ha sido un palo muy grande, pero pienso que, por la situación en la que está, es lo mejor que le ha podido pasar, para que entre gente nueva y empiece a sanearse. Tiene problemas desde hace tiempo y este año han estallado.

- Las deudas con los jugadores han tenido que pesar...
- Este tema también ha influido, es más difícil jugar sin cobrar y sin saber cuándo, pero hay muchos equipos en Grecia en la misma situación. Lo que pasó es que todos los días había un problema, y nunca se hablaba de fútbol.

- ¿Ha vuelto con todo cobrado?
- Todavía quedan cosillas pendientes. En diciembre estuvimos hablando para marcharme del AEK, porque no había percibido nada desde mi llegada, pero me enteré que no podía jugar en ningún otro equipo al haberlo hecho ya en dos, pues empecé el curso en el Xerez. Más o menos se solucionó.

- A nivel individual, ¿cómo valora su rendimiento sobre el terreno de juego?
- Lo he jugado todo y he hecho buenos partidos. Me siento a gusto con el trabajo que he realizado, pero no ha podido ser y hemos bajado. En el AEK he desempeñado tareas creativas, con un medio de contención al lado. El fútbol griego es agresivo, pero se nota la diferencia con el español en la velocidad, se juega a menos ritmo.

- Aparte del asunto económico, usted ha sufrido episodios de violencia. ¿Cómo vivió la invasión de campo de aficionados armados con palos en el partido contra el Panthrakikos?
- Ese día era baja por sanción y estaba en la grada, pero después bajé al vestuario y estuve encerrado allí con el resto de compañeros hasta que nos dejaron salir. Fue un episodio muy malo, el peor allí, y llegué a pasar miedo, pues vimos saltar a unos ‘locos’ al campo. Sin embargo, los días siguiente entrenamos con normalidad, porque, aunque es cierto que hay mucho fanatismo con el fútbol, los que saltaron al césped son solo unos cuantos que únicamente van al fútbol a liarla.

- ¿Fue el único capítulo de esta índole en su paso por el AEK?
- No, no, a un compañero fueron a buscarle al entrenamiento y se montó un follón. No era conmigo, pero también pasé miedo, pues en ese momento piensas que también te podría pasar a ti.

- Personalmente, ¿cómo ha sido el trato de la afición con usted?
- Conmigo se han portado muy bien. Me han dicho que me entenderían si tomase la decisión de irme, pero todo el mundo quiere que me quede.

- ¿Y usted que hará?
- Me queda un año allí, pero puedo rescindir mi contrato al haber descendido. Aún no sé qué va a pasar con mi futuro, es pronto. Por un lado me gustaría volver a España si sale algo interesante, aunque, después de esta experiencia fuera de España, no me importaría seguir fuera y jugar en otra liga extranjera. En un equipo importante como el AEK me he sentido más valorado que en España.

- En la entrevista le he notado más suelto que en su etapa en el Sevilla...
- Será por la experiencia que he vivido, pero no se crea, hay cosas que no cambian, sigo cortado con la prensa y tengo el mismo pelo. Allí me dedicaba a hablar sin mirar a la cámara y el resto lo hacía la traductora (risas)...
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