Recientemente, en la presentación de
Krohn-Dehli en el Ramón Sánchez Pizjuán,
Monchi aseguró que la búsqueda para la vanguardia se centraba "en un jugador que pueda jugar de
mediapunta o de delantero" y descartaba la incorporación de un
ariete puro. En ese momento, en función de lo que le había transmitido el colombiano, confiaba en la continuidad de
Carlos Bacca en Nervión y tan sólo pensaba en ocupar la vacante dejada por el traspaso al Celta de Iago
Aspas. Sin embargo, pocos días después de dicha afirmación, su adiós se antoja inminente tras el acuerdo alcanzado entre el ´cafetero´ y el
Milan, quedando su marcha a expensas de que los ´rossoneri´ abonen los
30 millones de la cláusula a la que siguen remitiendo los rectores blanquirrojos.
Esta precipitación de los hechos obliga a la dirección deportiva a reactivar su ´plan A´ para la delantera, solapado temporalmente por la sensación de que
Bacca no se movería. En este sentido, conscientes de que esto podría suceder, hace tiempo que los hispalenses empezaron a rastrear el mercado en busca de un delantero de un corte muy distinto a
Gameiro para dotar de alternativas al ataque nervionense. Un ariete
potente, con centímetros, para jugar de espaldas, bajar el balón, fijar a la defensa y dominar el juego aéreo. Un
complemento para la velocidad del francés y la versatilidad y llegada del otro refuerzo previsto.
No se trata de traer otro Bacca, más bien de ampliar los registros arriba, pero sí a un delanteros de las garantías del colombiano para no bajar el nivel en el regreso a
Champions. Objetivo complejo en un mercado donde se ha disparado el precio del gol y en el que el Sevilla no está dispuesto a cometer ninguna locura. No en vano, este diario ha podido saber que el club destinará para el fichaje del relevo del de
Puerto Colombia una partida máxima de
diez millones de euros, límite autoimpuesto para negociar con los clubes de los pretendidos. El
Sevilla no tiene intención de gastarse ni un euro más, a menos que se tratase de un caso muy especial e hiciera un esfuerzo para subir muy levemente su apuesta.
Este tope complica evidentemente la tarea de reclutar a la mayoría de opciones que aparecen en la lista de Monchi para potenciar la vanguardia. Casos como el de
Ciro Immobile, futbolista del
Borussia de Dortmund que gusta en
Nervión y que encaja perfectamente en el perfil deseado por
Unai Emery. El Sevilla ha tanteado esta vía, pero la respuesta se aleja, de momento, de sus posibilidades, ya que el conjunto alemán pide por él ariete italiano
15 millones de euros, y en el Ramón Sánchez Pizjuán no pasan de los diez referidos anteriormente. El discreto rendimiento de Immobile en Dortmund, donde el curso pasado no respondió a las expectativas tras pagar por él
19 millones de euros y marcar sólo tres goles (diez en total) en la
Bundesliga, invitaba a pensar que los germanos exigirían menos o que verían con buenos ojos una cesión, alternativa apuntada hace varias semanas por la prensa italiana y que sí sería factible para los nervionenses, pues su sueldo, unos
2,5 kilos por curso, resultaría asumible, pero no ha sido así.
El nuevo técnico aurinegro, Thomas
Tuchel, desea brindarle una nueva oportunidad al transalpino, circunstancia que refuerza la idea del Borussia de sólo dejarle salir por un precio alto. Así, el agente de Immobile, Marco
Sommella, señaló ayer a ED que "es muy difícil que Ciro salga este verano del Borussia" y que hoy se une a la pretemporada teutona. Además del Sevilla, también ha mostrado un vivo interés por el ex del
Torino el
Nápoles, si bien tampoco llegarían a los 15 kilos. Este mismo handicap frena a Monchi con otro de los futbolistas que se han valorado, el venezolano Salomón
Rondón, en cuyo caso la ficha también podría ser problemática. El
Zenit pagó en enero de 2014 18 millones al Rubin, por lo que, después de marcar 20 goles el pasado curso, difícilmente le abriría la puerta por una cantidad afrontable en Nervión. Más asequible se presenta la opción de
Jonathas, compleja al pertenecer a un fondo inversor pero factible en lo financiero al entrar dentro del margen de maniobra blanco.