La segunda línea condiciona los planteamientos de Emery

Jugadores como Kakuta, Escudero o Mariono aún deben dar ese paso al frente que le permita rotar.

La segunda línea condiciona los planteamientos de Emery
El técnico sevillista, Unai Emery. - F.M.
Fernando MateosFernando Mateos 3 min lectura
No se cansa de repetir Emery que los recién llegados aún deben exhibir el nivel competitivo que caracteriza a su Sevilla. Por ello, no dudó en tirar ante el Gladbach de la base del curso pasado. Devolvió la titularidad a Banega y Reyes, ausentes frente al Levante, y apostó por su clásico 4-2-3-1, con N´Zonzi y Andreolli, en este caso por motivos de fuerza mayor, como únicos refuerzos en el once.  
 
Ahora la duda reside en saber qué plan adoptará el domingo el vasco ante el Celta, otra final, esta vez en el campeonato doméstico, donde no cabe otra opción que la victoria, después de tres jornadas sin vencer.
Inmerso en una auténtica maratón de partidos, con siete en 23 días, el de Hondarribia bien podría refrescar a su equipo ante los vigueses, ya que el miércoles habrá que visitar a Las Palmas, pero sobre el papel, y a la espera de que la segunda línea dé ese necesario paso al frente, se esperan pocos cambios.
 
Empezando por la zaga, donde Andreolli y Kolo siguen siendo los únicos centrales sanos, al tiempo que Coke y Trémoulinas aún no sienten una real competencia. No en vano, Mariano sólo ha jugado en Liga 17 minutos, ante el Málaga, y se antoja claramente uno de esos refuerzos a los que Unai les pide mayor nivel competitivo, mientras que Escudero ni siquiera ha sido convocado todavía. Así pues, las rotaciones podrían llegar de mediocampo hacia adelante, con opciones para Iborra o Krohn-Dehli junto a Krychowiak, en lugar de un N´Zonzi que va a más, pero que acumula 180 minutos en cinco días, tras una pretemporada marcada por el virus que le hizo perder hasta siete kilos. 
Por delante, también podría estrenarse como titular Konoplyanka, dando descanso a Reyes o Vitolo, ya que Kakuta tampoco parece llegar aún al nivel exigido por el técnico sevillista, que si opta por mantener el 4-2-3-1 deberá dejar de nuevo en el banquillo a dos de sus delanteros, con muchas papeletas para que repita Llorente, dadas las características de un Celta que juega con la zaga adelantada, pudiendo aprovechar mejor Gameiro dichos espacios. 
 
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