En el vestuario del
Mirandés siempre le han tildado de ´raro´ por unas preferencias futbolísticas alejadas de sus orígenes en Logroño y sin explicación por su trayectoria como futbolista. Pero
Iván Agustín, ahora preparador físico del Mirandés, club donde colgó las botas para encargarse de esta parcela, no esconde sus colores y recibió el emparejamiento de cuartos de
Copa con una especial ilusión. Y es que el integrante del cuerpo técnico rojinegro se saltó el guion a la hora de dejarse llevar por unos colores y dejó crecer en su interior un sentimiento sevillista que, a día de hoy, enarbola con orgullo.
Él mismo reconoce que es un poco extraño, pero cuando se tratan de emociones y de pasión cualquier explicación está de más. "Es un poco raro pero es cierto. Soy sevillista desde que era pequeño", reconoce a ED el preparador físico del Mirandés, nacido en la capital riojana hace 36 años y que en su carrera ha militado en distintos equipos de
Segunda B, y en
Segunda con los burgaleses en sus dos últimas campañas en activo.
Algeciras es lo más cerca que ha estado de la cuna del club de su corazón, pues también pasó por el Amurrio vasco y el Terrasa catalán.
Los propios periodistas de Miranda de Ebro se han sorprendido por la pasión sevillista de Iván Agustín, que esta noche irá lógicamente con el Mirandés, pero que si el
Sevilla cumple y sigue al frente en la Copa soñará, como cualquier sevillista, con otro título.