ESTADIO repasa los comienzos del francés

Samir Nasri: Niño prodigio busca recuperar la ilusión

Samir Nasri: Niño prodigio busca recuperar la ilusión
Nasri salió del Marsella, explotó en el Arsenal y ganó títulos en el City; ahora firma por el Sevilla. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura
Samir Nasri será el siguiente en pasar por el revitalizador diván de Nervión, donde espera seguir los pasos de otros jugadores de primer nivel que atravesaban un bache en sus carreras y recuperaron su máximo esplendor sudando la blanquirroja.

El galo ha pasado recientemente por episodios que han puesto en entredicho la madurez de la que hacía gala cuando en Marsella le colgaron el cartel de niño prodigio. "Sólo hay un Zidane, así como también había sólo un Platini", aseveraba cada vez que le comparaban con el también francoargelino 'Zizou'. Era gracias a su habilidad con el balón, a un inagotable repertorio de recursos técnicos y una imaginación sin límites para generar juego con cualquiera de sus piernas.

Rápido, desequilibrante y con mucho gol, Nasri busca ahora recuperar la ilusión perdida tras su traumática salida de la selección francesa -donde fue un fijo entre 2006 y 2013 con 41 partidos y 5 goles; antes, pasó por todas las categorías inferiores-, tras una 15/16 en la que las lesiones sólo le dejaron jugar 13 partidos y por el cartel de "gordo" y "fiestero" que le colgaron en Inglaterra después de ser apartado a principios de verano por un Guardiola que, sin embargo, quería que se quedase en el City.

Desde los 9 años en el Marsella, Nasri se presentó al mundo en 2004, cuando con 17 años se confirmó como una de las mayores promesas del orbe futbolístico. A esa edad debutó en la Ligue 1, poco después de ganar la Euro sub 17 que se celebró en su país y en la que un equipo liderado por el propio Nasri, Benzema y Ben Arfa, entre otros, derrotó en la final a una España con Cesc Fábregas, Piqué o Diego Capel, por 2-1 y con gol decisivo suyo.

Pocos partidos le hicieron falta para convertirse en un fijo en el 'OM', cuyo rendimiento le valió para ser nombrado 'Mejor Jugador Joven del Año' en 2007 y donde permaneció hasta 2008. En ese tiempo, se estrenó en competiciones europeas, jugó un total de 152 partidos, anotó 12 goles y dio 25 asistencias y jugó dos finales de la Copa gala.

Justo después de la primera de las dos Eurocopas que jugó con la absoluta de los 'Bleu' se convirtió en la gran apuesta de su compatriota Arsene Wenger, que se lo llevó al Arsenal, donde vivió su explosión definitiva. Como 'gunner' estuvo otros cuatro años en los que se destapó como extremo, dejando 27 goles y 17 pases de gol en 126 encuentros, y marchándose con cierta polémica, pues los aficionados locales, muy dolidos con la gran pérdida, le llamaron 'pesetero' cuando volvió como rival. Nasri, no obstante, más que libras buscaba los títulos que se le habían resistido como jugador del Marsella y del Arsenal.

Y su decisión le salió muy bien. Llegó al Manchester City en 2012 y, en estas cuatro campañas, ganó dos veces la Premier League, otras dos la Capital One Cup (Copa de la Liga) y una Community Shield (Supercopa). Además, tuvo un enorme protagonismo en los trofeos conquistados, pues además de liderazgo y calidad, aportó 27 tantos y 40 asistencias en 176 choques. Es decir, como 'citizen' hizo las mejores cifras de toda su carrera.

Por eso, más allá de vídeos polémicos o problemas de sobrepeso, Monchi ha puesto toda la carne en el asador para ofrecerle a Nasri un puesto en el club perfecto para recuperar la ilusión.


Su descubridor sigue sin saber si es zurdo o diestro
Freddy Assolen le fichó para el 'OM' cuando sólo tenía 9 años. "Podía hacer de todo con el balón, con el pie izquierdo o con el derecho. De hecho, nunca supe si era zurdo o diestro".


Enamoró a Gilles Grimandi, ojeador 'gunner'
"Samir es un estudiante del fútbol. Ama entrenar y mira partido tras partido para corregir errores", así explicó su fichaje el ojeador del Arsenal, Gilles Grimandi.


Ha jugado en todos las plazas de la medular
Comenzó como organizador, pero su corta estatura le llevó ser mediapunta y, sobre todo, a extremo. En la diestra, en el OM, y en la izquierda en Arsenal y City. Hasta ha llegado a jugar de pivote defensivo.
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