Los nervionenses voltearon el partido contra Las Palmas en el ocaso

La fe, el 'crack' que nunca se va de Nervión

La fe, el 'crack' que nunca se va de Nervión
Los nervionenses celebran el gol de la victoria ante Las Palmas. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 3 min lectura
La plantilla del Sevilla ha experimentado este verano una nueva catarsis, con el adiós de la mayor parte de la columna vertebral de la temporada pasada y la llegada de once incorporaciones y de un entrenador con un estilo completamente distinto al implantado por Unai Emery. Esta revolución en todos los sentidos, con la marcha de pesos pesados del vestuario, conllevaba el riesgo de que se perdiera el espíritu que ha guiado al Sevilla en los últimos años, abanderado por la unidad del grupo, el buen rollo y un carácter luchador incorruptible que le ha conducido hacia la gloria. Una preocupación que se ha diluido por la capacidad de reacción demostrada por los de Sampaoli desde que arrancó la temporada, con sendas remontadas en los encuentros disputados en casa, si bien la del sábado reflejó con mayor nitidez que el principal 'crack' del Sevilla en esta década, la fe en sus posibilidades, ha decidido continuar en el Sánchez Pizjuán.

No en vano, tras una primera parte pésima, los nervionenses voltearon el partido contra Las Palmas en el ocaso, cuando prácticamente todo parecía perdido. El equipo no se rindió y, cumplido el tiempo de prolongación, amarró los tres puntos merced a que nunca dejó de creer que era posible. Un ejemplo de confianza y unidad que los futbolistas nervionenses enaltecieron tras el encuentro. "Feliz por la victoria del equipo creyendo y luchando hasta el final. Seguiremos trabajando para mejorar", señaló en su cuenta de Twitter Vicente Iborra, capitán y una de las voces autorizadas del vestuario nervionense, al que secunda otro futbolista que ha ganado peso, el galo Steven N´Zonzi, quien resaltó el trabajo en conjunto realizado por el grupo: "La recompensa de luchar todos juntos hasta el final #vamosmisevilla".

Filosofía compartida también por los recién llegados, dispuestos a absorber los valores de un Sevilla que ha llegado tan lejos gracias a su gen competitivo y poder para levantarse cuando todo está en contra. Entre ellos alzó la voz Wissam Ben Yedder, orgulloso del pundonor y la templanza evidenciada contra Las Palmas: "Partido complicado, pero bravo al equipo por su mentalidad y los tres puntos muy importantes".

Es la muestra de que, salvo excepciones contadas, los fichajes estivales ya se han contagiado del ambiente y alma ganadora del Sevilla, factor fundamental para continuar creciendo.
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