La generación perdida de Eduardo Dato

La generación perdida de Eduardo Dato
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura
La cantera del Sevilla “volverá a tener el sitio en el primer equipo que ha perdido en los últimos años”, donde los grandes resultados logrados por los diferentes equipos que componen los escalafones inferiores del club nervionense no se han visto correspondidos con promociones de los jugadores que más han despuntado, que ni siquiera han tenido la oportunidad de demostrar si tenían o no nivel para jugar en Primera o en Europa.

Buena prueba de que el club ha dejado escapar prácticamente a una generación completa es que, sólo dos años después del último ascenso a Segunda del Sevilla Atlético, sólo continúan vinculados al club cinco de los 27 futbolistas que participaron: Carlos Fernández, Borja Lasso, Curro, Amo y Yan Eteki. De ellos, sólo el portero y el delantero -recién operado del menisco de su rodilla izquierda- tienen dorsal del primer equipo para la venidera 18/19; pues el mediapunta está a la espera de encontrar salida tras volver de una cesión de seis meses en el C.A. Osasuna; mientras que los tres últimos seguirán militando en el filial en su vuelta a la Segunda B.

Los 22 canteranos restantes de aquel equipo que derrotó en los penaltis al Lleida en la última eliminatoria del ‘play off’ (antes dejaron en la cuneta a Logroñés y Socuéllamos) han ido saliendo progresivamente en estos dos últimos años. Con ellos, el técnico que obró la proeza, un Diego Martínez que dirigió a Osasuna en la 17/18 y que este curso está al frente del Granada.

Algunos de sus pupilos se han ido por la puerta de atrás, de una manera discreta y, en algunos casos, incomprensible, por su temprana edad y por la proyección que se les presuponía.

En el verano de 2016 saldría la primera camada, que ni siquiera llegó a probar las mieles de la Categoría de Plata. Se fueron Francisco Manuel Tena, al Real Madrid Castilla; José Antonio Martínez, al Barcelona B (y ahora al Eibar); Antonio Romero, al Mérida (y luego al Mirandés); Canedo (Pontevedra), Bornils (Llagostera, Prat y Olot); Vukcevic (San Fernando), Raúl Navarro (Valladolid B), Nané (Atlético Malagueño) y Sedeño (Recre).

Tras una notable primera temporada en Segunda, llegaría la gran desmantelación del filial con las salidas de algunos de sus pilares: Bernardo Cruz, al Lugo; Diego González, al Málaga; Ivi, al Levante; Antonio Cotán, al Valladolid; Carrillo, al Cádiz; Shved, al Karpaty de su país y Eliseo Falcón, al Granada B.

También se marchó una de las sensaciones de la categoría, un Borja Lasso que promocionó al primer equipo de la mano de Berizzo, pero que en enero de 2018 se vio obligado a salir cedido ante la falta de minutos.

La última ronda de despedidas de los héroes de la 15/16 se está produciendo este mismo verano. Muy llamativas han sido las rescisiones de los dos laterales titulares: David Carmona (21 años) y José Joaquín Matos (23), que seguirán compartiendo vestuario en el Cádiz. Con ellos se va también Juanje, que está libre, y el siguiente será José Antonio Caro, otro de los grandes artífices, al marcar un penalti en la tanda y detener el tiro decisivo. Caro fue el titular, pero David Soria, el flamante fichaje del Getafe, participó en cuatro citas.

Cambio de política
En la necesidad de poner fin a la fuga de talentos pone el acento el presidente, José Castro, quien durante la rueda de prensa de presentación de Vaclik aseguró “que se acabó ya tener 25 profesionales en el primer equipo”. “Hemos cambiado y ahora nos hemos autoimpuesto tener jugadores de la cantera para que jueguen en el primer equipo. Es verdad que en los últimos años no lo hemos hecho así, pero ya se ha acabado. Tendremos 21 ó 22 profesionales y tres o cuatro canteranos, como mínimo”, dijo Castro en presencia de Caparrós. El nuevo director de Fútbol siempre sacó el máximo provecho de los escalafones inferiores de los clubes en los que estuvo. Ya hizo debutar a Lara en Primera y convocó a Pozo para uno de esos cuatro partidos de Liga en los que se hizo cargo del equipo. Además, en su presentación en su nuevo cargo, ya dejó claro que “contar con la cantera no es imponer nada, sino que es política del club”.

Mimos para la siguiente ‘camada’
Para no repetir los errores en estas dos temporadas de desbandadas en el filial -en los que es justo reseñar que influyó el alto nivel del primer equipo, que ha jugado Champions en estas dos campañas-, el Sevilla está mimando a la camada que ha sucedido a los héroes del ascenso de 2016. Así, en lo que va de verano ha cerrado varias renovaciones de algunos de los jugadores llamados a liderar la cantera blanquirroja. Son los casos de Genaro, Marc Gual y Mena, que han ampliado sus contratos hasta 2021, y también de Juan Soriano, Berrocal y Pejiño, que han extendido su vinculación hasta 2022. Estos seis están entre los 11 ‘cachorros’ que Machín se ha llevado a Benidorm, en el primer ‘stage’ de pretemporada. Otros son Pozo, candidato al ‘Golden Boy 2018’, y Lara, que lleva un año inmejorable: debut en Segunda y en Primera, campeón de Europa sub 17 y de los Juegos Mediterráneos de Tarragona.
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