Benyessef, autor del mural de Gol Sur, molesto por el futuro incierto de su obra

El Sánchez Pizjuán se encuentra inmerso en un proceso de remodelación que supondrá un cambio radical en los exteriores de la ‘Bombonera’ de Nervión, dándole un toque de modernidad que convertirá al feudo sevillista en un estadio moderno del siglo XXI. Unas obras que traerán consigo un futuro incierto para el mural de Ahmed Benyessef, realizado con motivo del centenario del club. Un proyecto que, tal y como muestran las imágenes facilitadas por la entidad, haría desaparecer de Gol Sur el mural de 375 metros cuadrados que preside el Sánchez Pizjuán desde la Avenida de Eduardo Dato, siendo desmontado y estando aún por definir qué se hará con él en un futuro, como explicó el propio José Castro durante la presentación de las obras del interior del Sánchez Pizjuán: “No hay planes. Es el momento de dar el paso, de hacer nuestro estadio acorde a lo que estamos haciendo en cuanto a fútbol”. Un devenir incierto que ni siquiera el propio autor de la obra acierta a definir, mostrando abiertamente su malestar por la incertidumbre existente en torno a su creación. “Ni idea, nadie se ha puesto en contacto conmigo. Lo único que puedo decir es que hace unos meses faltaban algunos azulejos que estaban rotos y no contaron conmigo. Colocaron un parche que nada tenía que ver con la composición de la obra; un parche ridículo sin contar conmigo, que soy el autor y que estoy vivo y en activo”, explicó a ESTADIO Deportivo Ahmed Benyessef, quien va a más en su enojo conforme va digiriendo la idea de que su obra pueda caer en el olvido de algún sombrío trastero. “Es un mural histórico, un monumento civil de la ciudad realizado por el centenario del club. No puede desaparecer, con lo que ha costado”, apostilla el artista marroquí, quien repite que “nadie” ha contado con él, habiendo estado, incluso, el pasado martes en el Sánchez Pizjuán, con motivo del partido de Liga de Campeones ante el Manchester City: “Me parece absurdo que esto pueda pasar; se me ha descompuesto el estómago. Puede desmontarse y montarse en otro sitio, pues fue proyectado así. Si se destruyera, me parecería ridículo; una obra de mal gusto. Hay que ser idiota para destruir una obra de arte; lo más descabellado que he escuchado en este 2015. Si estuve dos años y medio haciéndolo por amor al arte... No sólo pintándolo, sino también diseñándolo”.
En definitiva, una obra de arte que para Benyessef, como sevillista, fue todo “un honor realizar” y que hoy por hoy no tiene nada claro su futuro, por mucho que el propio autor asegure que es “una pintura a la cerámica” tanto o más importante que el mural de Preferencia, que sí está englobado dentro del proyecto de remodelación presentado por la entidad. Ahora toca esperar a ver cómo evoluciona el asunto.