El análisis del Betis-Mallorca

Sin solidez, ni en el Maglev

Sin solidez, ni en el Maglev
Cada llegada del Mallorca acabó en gol. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales2 min lectura
Aunque las matemáticas digan lo contrario, Europa le queda al Betis a una distancia casi inalcanzable. Ya, ni porque pase el Maglev, el conocido como el Tren Bala, el más rápido del mundo. Y es que, esta es incompatible con cualquier intento por acercarse a los puestos europeos. Ayer la ocasión se presentaba propicia. Llegaba el rival más débil a domicilio de toda la categoría. Hasta el momento, el Mallorca sólo había sumado un punto en sus once desplazamientos, pero el Betis parece un especialista en dar vida a los necesitados.

Volvía Fekir tras cumplir sanción y Loren cubría la baja del castigado Borja Iglesias. Además, Rubi dejaba en la grada a uno de los fichajes invernales (Guido) y al otro en el banquillo (Aleñá) para apostar por la entrega y la presencia de Guardado y Carvalho.

Pero los cambios no paliaron las deficiencias de un equipo frágil y extremadamente vulnerable atrás, al que en las dos primeras llegadas le hicieron dos goles. El problema cada vez es más evidente, y no tiene nada que ver con el planteamiento o con el dibujo.

Errores en la marca, pérdidas inocentes como las de Mandi o endeblez bajo palos como la que mostró ayer Joel en el tercero del Mallorca condenan a un equipo que lo hace prácticamente todo bien en ataque, insiste por los costados con Emerson y Álex Moreno, encuentra profundidad con Canales y Fekir, tiene gol (el francés alcanzó los siete y Joaquín ya lleva ocho, como Loren) y maneja un plan con la pelota. Pero todo esto es insuficiente y por la cabeza de los béticos empieza a rondar aquello del 'otro año igual'...
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