El triunfo se resiste y el
Real Betis demuestra que aún tiene una defensa descompuesta y le falta soltura en ataque. Tras aguantar la primera parte ante el experimentado
Bilbao Basket, los sevillanos salieron dormidos tras el paso por vestuarios, situación que aprovecharon los hombres de
Carles Durán para romper el duelo a ritmo de triples (15/30).
Lo positivo para los verdiblancos fue que no le perdieron la cara al encuentro.
Nobel Boungou-Colo (25 puntos) y
Ryan Kelly (19 puntos) lideraron una reacción esperanzadora, que dejó entrever carácter y calidad.
Sin brillo, los visitantes disfrutaron de las primeras rentas en el electrónico (4-10), motivados por los fallos desde el exterior y la pasividad ante el rebote ofensivo de los béticos (uno en toda la primera parte). Alejandro Martínez pidió un tiempo muerto para evitar un desastre prematuro y logró la activación con un parcial de 9-2, e inyectando altura al parqué con
Blake Shilb. El alero participó en el arreón local, que se fraguó desde el tiro libre (5/5) y la agresividad, para poner empate a 18 tras los primeros diez minutos.
El partido se presentaba de ida y vuelta, aún así, el
Real Betis siguió reproduciendo los errores de las dos primeras jornadas, con ataques trabados, falta de contundencia y coordinación. Durante el segundo cuarto los sevillanos gozaron de algunas rentas (27-23), pero sin pasar por alto que tardaron casi 1:50 en anotar los primeros puntos. Con 35-40 al descanso, fue tras el paréntesis cuando el
Bilbao, liderado por
Álex Mumbrú, Jonathan Tabu, Dejan Todorovic y el jovencísimo Shane Hammink, firmó un parcial de 34-20 para comenzar a amarrar la primera victoria de la temporada. La fluidez y la circulación visitante volvieron locos a los hispalenses.
No obstante, cuando todo parecía solventado, el
Real Betis sacó garra y orgullo para 'morir matando'. Reapareció
Oderah Anosike, pero sobre todo
Boungou-Colo, Kelly y un inesperadon Luke Nelson, que abandonó su timidez, para mostrarse ante
San Pablo (aunque tarde). Con acierto desde la línea de tres puntos, los de
Martínez no bajaron los brazos en
San Pablo y culminaron un último cuarto (31-20) que abre una pequeña venta al optimismo.
El tinerfeño, que volvió a dejar sin minutos a
Iván Cruz, Mikel Uriz y Saúl Blanco, sigue con mucha faena pendiente, después de volver a superar la barrera de los 90 puntos en contra.
Gracia Ávila3 min lectura