Es, de largo, el componente de la plantilla mejor pagado de todos, pues se embolsa 3,5 millones de euros netos, además de otro medio kilo para su hermano Yassin desde su promoción, por lo que sería uno de los candidatos perfectos para adelgazar la nómina salarial del Betis, obligado (como su eterno rival y otros tantos clubes españoles) a una gran venta de aquí a septiembre para equilibrar sus cuentas y su tope salarial. Una hipotética clasificación para competiciones europeas condicionaría en todos los sentidos, ya que, aparte de los mayores ingresos asegurados, exigiría un equipo mejor para competir en todos los frentes, al tiempo que convencería a muchos para no marcharse (Mandi...).
Nabil Fekir, por razones obvias, acapara todas las miradas y, pese a su reciente irregularidad, aparcada en 2021 y zanjada de manera brillante el pasado viernes con un golazo de bandera al Levante, mantiene gran parte de su caché internacional, con el añadido de ser un futbolista muy atractivo para varios clubes pudientes, de enjundia y nuevos ricos. Ocurre que, dado el alto coste de la operación que lo trajo a Heliópolis hace dos veranos, será complicado en este contexto tan perjudicado por la crisis obtener una plusvalía, habida cuenta de que el Lyon, que se reserva el 20% de todo lo que obtenga de más el Betis (como el propio atacante un 10%), recibió 19,75 millones de euros (en tres plazos) fijos, más 10 en variables.
En la planta noble del Benito Villamarín esperarán a la Eurocopa, cruzando los dedos para que William Carvalho (el preferido para dejar marchar) y Fekir vuelvan a entrar a tiempo en los planes de sus respectivos seleccionadores, porque sería una buena oportunidad para que se revalorizaran. Si el francés no lo fuerza y hay otros candidatos mejores, el Betis preferiría quedarse una tercera temporada en la capital hispalense, estudiando ya en el verano de 2022, su penúltimo de contrato, una salida ventajosa para todas las partes. El campeón del mundo, por su parte, está muy feliz aquí y, de jugar la UEL con los verdiblancos, casi que sería una satisfacción plena.
Además, en esta tesitura pandémica, nadie le ofrece un sueldo estratosférico o unos objetivos deportivos descomunalmente superiores a los actuales, detalles que sí podrían hacerle reflexionar. En los últimos días, su nombre ha sido vinculado de nuevo con el Liverpool, que le dejó tirado tras su grave lesión con todo acordado (aunque su ex agente tuvo mucho que ver), además de con Inter de Milán y Rennes, pero ninguna de esas vías ha cobrado fuerza real. El nombre de los dos primeros atrae, pero no parece que vaya a ser objetivo prioritario de los ingleses ni siquiera para cubrir una posible venta de Salah, al tiempo que las posibilidades 'neroazzurri' de realizar una inversión de, al menos, 25 kilos son escasas, como las del cuadro bretón.
A día de hoy, la continuidad de Fekir en el Betis únicamente podría estar en entredicho por parte de una entidad de una Liga exótica. Se habló, en su momento, de la Liga rusa, como también de Qatar (como un atractivo extra previo al Mundial de 2022), Emiratos Árabes, Arabia Saudí y China, aunque Nabil no se ve por ahora fuera de los cinco grandes torneos de Europa. Mucho dinero debería haber sobre la mesa. De hecho, la Bundesliga y la Premier, pero no precisamente el Liverpool, se antojan los únicos con respaldo monetario suficiente para hacerse cargo de una operación de este calibre y para llamar la atención del interesado.
Óscar Murillo5 min lectura