Cristiano RonaldoAcostumbrado a ser protagonista de las jornadas por sus goles y sus récords de lo que parece insuperable, Cristiano Ronaldo lo es de la sexta jornada por una imagen asociada a la ansiedad del rematador que busca el gol de todas las maneras posibles pero no supera un muro. Lo fue el camerunés Carlos Kameni que acabó desquiciando al astro portugués que iguala su peor arranque goleador en el Real Madrid.
Marcó cinco tantos de una tacada en Cornellá-El Prat y las cinco jornadas restantes de la Liga BBVA fue alimentando una impotencia que ha plasmado en gestos en San Mamés y el Santiago Bernabéu tras el empate sin goles ante el Málaga. Nunca chutó más en un partido, catorce disparos. Nunca con menos acierto, tan solo dos a puerta. De los grandes no es aconsejable dudar y el gol es una cuestión de rachas, pero Cristiano debe salir ya de la negatividad en la que se ha instalado, por su propio bien, y superar el récord de Raúl González. Desde que lo tiene a tiro parece haberse convertido en una maldición.
Lionel MessiAcapara los focos, como Cristiano, por una situación a la que no está habituado. Siempre protagonista por convertir el fútbol en magia, su imagen tendido en el césped con gestos de dolor paralizó al barcelonismo y el mundo. Messi no es un futbolista que se queje, ni cuando recibe entradas duras. Pocos dudaron que nada más nacer el duelo ante Las Palmas su mal gesto en el disparo y el golpe al rival le había dañado la rodilla izquierda. Leo se probó y no pudo. Su cara ya no cambió en toda la tarde hasta que en el hospital confirmaron la rotura en el ligamento colateral interno. Dos meses de baja.
Pierde el Barcelona pero sobre todo pierde el fútbol. Doce partidos sin Messi es un largo castigo para todos. Jugadores como Neymar y Luis Suárez deberán dar un paso adelante en responsabilidad sin su líder. Mientras Leo estará en las sombras, en ese espacio donde siempre teme estar el futbolista con un trabajo oscuro para volver más fuerte de lo que se va.
Carlos Kameni"No había tiempo para pensar en las paradas, nos venían como aviones". Fue el resumen del gran protagonista del partido del Santiago Bernabéu, el encargado de dejar la puerta a cero del Málaga en el coliseo de la Castellana 31 años después. El camerunés Kameni es capaz de parar lo imposible y fallar en un disparo sencillo. Desesperó con sus paradas a un Real Madrid que chutó en 32 ocasiones y especialmente a Cristiano Ronaldo, al que vio tan enfadado a la conclusión del encuentro que ni se acercó.
Kameni cree en los milagros y así calificó el punto conseguido por un Málaga que sigue con la pólvora mojada. Ningún gol en seis jornadas le hacen portador de un récord de desprestigio, pero Javi Gracia sabe que tiene un grupo de jugadores que pelean hasta el último suspiro y una portería bien protegida. El recital de paradas del camerunés a punto estuvo de quedar en nada cuando el disparo más blando de Isco se le coló entre el cuerpo y alimentó la polémica cuando Weligton sacó la pelota sobre la línea.
Leo BaptistaoEl fútbol moderno suele incluir en jugadores que salen cedidos una cláusula bautizada "del miedo", para impedir jugar al futbolista que sale a otro club al que se enfrentan. El Atlético de Madrid no la incluyó en la operación con el Villarreal por Leo Baptistao y cayó derrotado por un gol del brasileño.
No tuvo continuidad para triunfar de rojiblanco tras despuntar en el Rayo Vallecano. En Villarreal encuentra la confianza para asentar su crecimiento, un equipo de fútbol alegre al que aportar remate y goles. Se asoció bien y definió mejor ante Oblak para castigar al 'Cholo' Simeone con el peor arranque en su era en el Atlético. El gol de Baptistao ya está inscrito en la historia del club castellonense que saborea el primer liderato en 16 temporadas en la elite.
Lucas PérezA Coruña tiene un nuevo ídolo, un chico humilde con corazón deportivista, que conecta con su cercanía y sinceridad con los aficionados que se identifican con Lucas Pérez. Nacido en el humilde barrio de Monelos sus sueños se están haciendo realidad y el más grande, aunque lo siente muy lejano, comienza ya a sonar en los medios de comunicación: la llamada de la selección española.
Lucas, de zurda de oro, es un futbolista tan directo en el campo como fuera de él. Jugador de raza. Siempre vertical, rápido y con pegada. Su doblete al Espanyol le consagra como segundo goleador español de la competición, sólo superado por Nolito. Emigró para crecer en Ucrania y Grecia. Tras la cesión de la pasada campaña este verano su único deseo era volver a jugar para su Depor. Forzó al máximo con el PAOK tras cumplir el pacto de dejarle clasificado para la Liga Europa. Sus ilusiones están en Riazor, donde cada día muestra un crecimiento sin techo.
Roberto Morales6 min lectura