Desde estas páginas se lleva anunciando que el clima de crispación en el
Écija se incrementará conforme pasen las semanas. La falta de transparencia y claridad en la marcha de la anterior directiva y la llegada de
José Luis Iglesias está creando un caldo de cultivo contraproducente para un equipo que se está jugando la permanencia.
Para acercar y aclarar posturas, la plantilla ecijana mantuvo ayer una reunión con el presidente astigitano. Durante dos horas y media estuvieron dialogando ambas partes, aunque no se llegó a ninguna conclusión.
El
vestuario le instó a que le comunicara qué grupo le respalda, pero este se negó a contestar, ya que en
Écija existe el convencimiento de que no cuenta con ningún apoyo externo. De hecho, los sondeos que está haciendo junto a
Edu Serrano, su mano derecha, para los fichajes son a diferentes agentes, ya que ni conoce el mercado ni cuenta con solvencia. Iglesias evitó todas las preguntas de la plantilla, que se siente abandonada por parte del presidente, que pese a circular ayer la información que fue zamarreado, la persona que se dirigió a Iglesias señala que solo conversó con él. Por otro lado,
Jorge Delgado, coordinador de cantera, por discrepancias, abandona el club.
El enfado de las entradasPor último, la plantilla también salió muy molesta el domingo al conocer que Iglesias se apropió sin el conocimiento de la plantilla de las 30 entradas que facilita el Sevilla a los jugadores para que se las brinden a sus familiares. Estas fueran repartidas entre aficionados.