El
Estrella San Agustín no ha comenzado bien la temporada, pues los de
Domingo Caro están en puestos de descenso. No obstante, su capitán,
Rubén Gámez, piensa que la situación es reversible: "No hemos comenzado bien, la adaptación está siendo algo costosa, pero sabemos que esto lo podemos solucionar".
Gámez piensa que la plantilla de este año es joven, pero no le pesarán los nervios: "Somos un vestuario concienciado, con gente joven y humilde. Sabemos que esto va a ser difícil, pero lo vamos a sacar. No tenemos ninguna presión y sí ganas de disfrutar de la categoría".
Rubén, como capitán, tiene la labor de ejercer de líder ante las situaciones complicadas, como la que vive en estos momentos el equipo de
Alcalá de Guadaíra. "A los compañeros les digo que sigan trabajando, porque nadie nos regala nada, igual que nosotros tampoco podemos dar nada a los rivales. Son cosas que sabe el vestuario, pero nunca viene mal recordarlo", dice el jugador.
Mañana domingo (12:30) reciben al
Pozoblanco, un equipo "complicado y contrastado en
Segunda B y
Tercera". Pero el partido hay que jugarlo: "El año pasado bajaron y este año querrán volver a Tercera, y han empezado bien en la categoría. Pero nosotros tenemos que hacernos fuertes en casa, como en otros años. Ese es nuestro espejo".
En cuanto al objetivo, asume que es la salvación, aunque también disfrutar de la categoría: "Vamos partido a partido, y lo que queremos es disfrutar este año".