El fútbol sevillano gana al COVID-19

El fútbol sevillano gana al COVID-19
Antonio, ya recuperado, se ejercita en su casa con el plan individualizado del club y con la ilusión de volver a estar en forma pronto. - L. B.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
El coronavirus es una realidad en la sociedad. Con más de un millón de contagios en el mundo, España se sitúa en segundo lugar con respecto a ese dato (135.032) y al número de fallecidos (13.055). Cifras que demuestran la gravedad del problema y la elevada probabilidad de padecerlo. Y el fútbol sevillano también. A pesar de registrar pocos casos, ESTADIO ha logrado contactar con un jugador de nuestro fútbol que lo sufrió, pero que también lo superó.

Él es Antonio Bazán, futbolista del Algabeño B. “Lo he pasado bastante mal. Estar tantos días enfermo, con fiebre, no descansando bien, solo en el hospital... ha sido una situación difícil. No es una simple gripe, pero se puede pasar”, así lo declaraba el lateral izquierdo de La Algaba, el cual pasó por un periodo previo de confinamiento propio cuando empezaron los síntomas. “Me lo veía venir. El 11 de marzo empecé a acusar el malestar general, picos de fiebre, dolores en los riñones... llamé al número de atención para estos casos, pero me dijeron que no era coronavirus. Aun así, me aislé para proteger a mi pareja, que es con la que vivo”, dijo.

Y es que este farmacéutico de profesión era consciente de la gravedad del asunto, por lo que decidió mantener las precauciones durante una semana, en la cual empezaron a aparecer otros síntomas como “la tos con mocos”. “Suelen decir que con el COVID-19 se tiene una tos seca, pero a mí me generó una neumonía bilateral que me producía esas flemas. Me lo confirmaron el día 19 cuando, tras sufrir un síncope, decidí acudir al hospital. Fui el segundo caso en el Hospital Nisa, por lo que la situación estaba controlada y no tan caótica como en otros sitios. Pero se nota el miedo. Los médicos mantienen mucha cautela. Doy gracias por su labor”, apunta.

Tras el positivo en el test y la radiografía de tórax, comenzó el tratamiento, el cual resultó bastante efectivo a los pocos días. “La carga viral y la reducción de leucocitos era menor ya. De nuevo cuarentena en casa, seguimiento telefónico cada tres días y recibí el alta”, dice. Aunque el fútbol esté ahora en un segundo plano, a sus 34 años espera volver a disfrutar del verde dentro de poco con sus compañeros y con la camiseta del club que lo ha apoyado en todo momento: “Agradezco el trato tanto del míster, de la plantilla, como de la entidad en general.

He perdido mucho peso durante este proceso, pero esta semana ya he empezado poco a poco con el trabajo del preparador físico. Mi condición de deportista también me ayudó a superarlo más rápido, y quiero volver a estar bien cuanto antes, aunque de forma progresiva. Estaba siendo una buena temporada, quiero que continúe”, concluyó.
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