Nacho Cartes3 min lecturaEl futbolista noruego Mathias Normann ha comunicado al club ruso que tiene sus derechos, el Rostov, y al que está cedido, el Dinamo Moscú, su decisión de romper el contrato que les une por motivos de seguridad debido a la guerra en Ucrania. "Normann envió una nota al Rostov y el Dinamo sobre la ruptura del contrato. Se fue del país debido a la situación con lo drones. Escudándose en esa circunstancia, se fue supuestamente por motivos de seguridad", comentó Pável Pinovárov, director general del Dinamo, al diario Sport-Express.
La gota que colmó el vaso de la paciencia del jugador fueron los ataques con drones perpetrados por Ucrania contra el corazón financiero de Moscú, el barrio conocido como Moscow City. Normann vivía cerca de la Moscow City, aunque su club le propuso mudarse a un barrio más seguro, oferta que el noruego rechazó.
La directiva del Dinamo, equipo en el que milita desde 2022, considera que el futbolista simplemente buscaba una excusa para abandonar el fútbol ruso. "No estamos de acuerdo con su postura. Junto al Rostov nos dirigiremos al Tribunal de Arbitraje", agregó Pivovárov. Además, Normann estuvo a un paso de firmar por el Lecce el pasado verano, pero tras ser anunciado se retrasó el papeleo para culminar el fichaje y finalmente no se pudo concretar su traspasado.
Normann, de 27 años e internacional con Noruega, aterrizó en el fútbol ruso en 2019 y tras dos temporadas en el Rostov, ha jugado cedido en el Dinamo y el Norwich City, donde apenas tuvo protagonismo. Además, su selección dejó de contar con él por jugar en la liga rusa mientras surgió el conflicto. El mismo que ahora lo hace marcharse de Moscú. La FIFA y la UEFA permite a jugadores y entrenadores romper unilateralmente sus contratos con clubes rusos y ucranianos debido a la contienda militar.
No obstante, en su última modificación del Reglamento sobre el estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA, dicha medida no afecta a aquellos jugadores o técnicos que hayan llegado, permanecido o regresado a esos clubes después del inicio de las hostilidades en febrero de 2022. Por lo que los dos clubes intentaran que la justicia les dé la razón y el futbolista no se pueda marchar unilateralmente. Ese movimiento haría que tanto Dinamo como Rostov perdiesen dinero. Uno porque había conseguido la cesión de Normann y el otro porque es el dueño de sus derechos y este ha rescindido el contrato.