Paula Fiorella Méndez3 min lecturaSabemos que el ambiente en muchos partidos puede volverse tenso, y más aún si alguno de ellos está envuelto en polémicas o tiene aficionados muy “intensos”, generando conflictos que en ocasiones pueden llegar a sucesos mayores.
En el partido disputado entre el Granada CF y la SD Ponferradina el pasado domingo a las 21:00h que finalizó con un empate, la Policía Nacional tuvo que actuar expulsando a un aficionado del recinto del Nuevo Los Cármenes.
Todo ello sucedió cuando el seguidor del Ponferradina dirigió múltiples insultos a José Callejón, futbolista del Granada CF. El joven expulsado ocupaba su asiento en tribuna baja, una zona muy próxima a donde se encontraban los aficionados visitantes.
Este desagradable momento se vivió cuando a poco de empezar el partido, concretamente en el minuto dos, los jugadores Paris Adot y el rojiblanco José Callejón se pelearon, acabando con este último por los suelos y colisionando contra uno de los altavoces de megafonía. Este suceso no fue del agrado del aficionado, lo que conllevó a que este comenzara a dirigir insultos hacia el jugador nazarí, e incluso según comentan algunos testigos presentes, llegó a intentar escupir al jugador durante el encuentro.
A pesar de que en los estadios ha podido verse en diversas ocasiones comportamientos inapropiados como este, en esta ocasión la misma afición del Granada tomó la iniciativa de castigar sus actos, por lo que al poco tiempo la seguridad privada decidió notificar lo sucedido a la Policía Nacional. Una vez llegaron a la zona, agentes del cuerpo escoltaron al individuo expulsándolo del recinto.
Cada vez los clubes toman más conciencia sobre lo necesario que es enmendar este tipo de comportamiento irrespetuoso, protegiendo el entorno para crear un lugar seguro para todos. A su vez, cabe destacar que la SD Ponferradina felicitó las medidas tomadas ante lo sucedido, publicando en twitter un agradecimiento.
La noche no dejó de ser polémica, destacando lo sucedido en el terreno de juego con el guardameta Amir Abedzadeh, que tuvo mejores y peores momentos a lo largo del partido con los presentes en las gradas.
La afición que se encontraba presente en Los Cármenes se vio desesperada a causa de las pérdida de tiempo que provocó el portero iraní, llegando incluso a hacer gestos a la afición local durante uno de los goles. Sin embargo, tras finalizar el partido y haber recapacitado un poco sobre sus actos, el futbolista decidió pedir disculpas al fondo sur, algo que no le ayudó demasiado, pues este le despidió entre abucheos tras cometer un error en el gol in-extremis de Alberto Perea.