Se desata la fiebre futbolera en EEUU
El Mundial de Clubes 2025 está consolidándose como un evento clave para el crecimiento del fútbol en Estados Unidos y un ensayo crucial para el Mundial 2026, que se celebrará en conjunto con México y Canadá

El Mundial de Clubes, que tradicionalmente había pasado casi inadvertido, ahora atrae un interés global mayor, con una ampliación a 32 equipos y una estructura que ofrece premios millonarios, con hasta 125 millones de dólares para el campeón. La edición actual se disputa en varias ciudades estadounidenses, incluyendo Nueva York, Miami, Houston y Los Ángeles, con una afluencia que ronda el 95 % de las entradas vendidas y más de 1,3 millones de asistentes al concluir la final.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ha señalado que este Mundial de Clubes es “una prueba logística y mediática” para consolidar la expansión del fútbol en Norteamérica. Por su parte, el expresidente Donald Trump ha aprovechado el torneo para vincular su imagen con el fútbol internacional, confirmando su presencia en la final entre Chelsea y Paris Saint-Germain (PSG), que se disputará en el MetLife Stadium de Nueva Jersey ante unos 82.000 espectadores.
La semifinal dejó fuera al Real Madrid, que perdió 4-0 ante el PSG, vigente campeón de Europa, en un partido dominado por jugadores como Fabián Ruiz, Ousmane Dembélé y Gonçalo Ramos. Chelsea avanzó tras derrotar 2-0 al Fluminense brasileño con goles de João Pedro, configurando una final inédita entre dos grandes clubes europeos.
Mundial de Clubes 2025 y Estados Unidos: retos y oportunidades
El Mundial de Clubes pone a prueba la capacidad organizativa de Estados Unidos para el Mundial 2026, pero también revela desafíos importantes. Aunque la FIFA celebra el éxito en la venta de entradas y el impacto económico estimado en más de 600 millones de dólares, persisten dudas sobre la saturación del calendario futbolístico y la disposición de los grandes clubes europeos a participar plenamente en este torneo, especialmente en verano.
Además, el espectáculo de medio tiempo de la final contará con artistas internacionales como Doja Cat, Tems y J Balvin, en un intento de atraer una audiencia global que podría alcanzar los 100 millones de espectadores, mezclando deporte y entretenimiento.
La final del domingo será un termómetro para medir si el Mundial de Clubes puede afianzar el interés por el fútbol en Estados Unidos y si la “apuesta americana” logra que este deporte gane terreno frente a las grandes ligas tradicionales. El partido definirá al primer campeón de esta nueva era del Mundial de Clubes y pondrá a prueba la capacidad del país como anfitrión de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.