Iván Díaz3 min lecturaLa SD Huesca atraviesa por un momento complicado. El conjunto aragonés tiene varios frentes de trabajo abiertos, que van desde la posible venta del club, a la resolución del caso Oikos, pasando por los constantes reajustes que atraviesa a nivel de club. Sin duda, una situación compleja que se tradujo en la campaña recién finalizada con una lucha por no descender. Lo logró desde la posición 15ª de LaLiga Smartbank, aunque no bastó ni de lejos para asomarse a los puestos de ascenso. Por ello, comienzan a realizarse movimientos con el interés de enderezar el club y el primero y principal de este verano ha sido la marcha de su presidente,
Manolo Tores deja de ser el presidente de la SD Huesca. El que hasta la fecha fuese el mayor dirigente del conjunto azulgrana anuncia este miércoles su despedida. Lo hace mediante una rueda de prensa y tras más de diez temporadas en el club, donde logró un doble ascenso desde Segunda B a Primera División. Torres fue consejero delegado, a la par que ejerció como la cabeza visible del club, tras haber entrado en el año 2012 como asesor jurídico del consejo de administración.
La salida del presidente se vino cocinando a fuego lento desde hace tiempo, aunque se precipitó este martes de manera sorprendente. En este sentido, su figura había sufrido un gran desgaste e, incluso, encontronazos con otros miembros del club. Así las cosas, a principios de año llegó a presentar su dimisión de la comisión ejecutiva a la que pertenecía, aunque permaneció en el interior del consejo de administración y en su puesto de presidente institucional. De hecho, ejerció en todo momento las tareas de representación ante LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol.
Con todo, Manolo Torres se marcha tras lograr el primer ascenso de la historia de la SD Huesca a Primera División. Fue en la temporada 2017/2018, cuando el conjunto azulgrana logró superar en la tabla hasta a cuatro equipos que hoy están en la máxima categoría (Cádiz, Granada, Osasuna y Almería). Acto seguido, tras un descenso, volvió a subir en la campaña 2019/2020. Sin duda, se trata de la mejor etapa de la escuadra de Aragón en toda su historia.
En definitiva, mientras que su llegada se destinó como la solución organizativa a la Oikos y la dimisión de Agustín Lasaosa, ahora se abre una puerta llena de incertidumbre en torno al futuro del club. Las estructuras están resentidas, no existe un líder de mando y el proyecto deportivo deberá sufrir un vuelco para devolverle las aspiraciones de ascenso a Primera División a la entidad.