José López5 min lecturaLopetegui salió de inicio con la defensa esperada, el centro del campo esperado, los compañeros del '9' más o menos los que se preveían -si Ocampos estaba bien- y un puesto de delantero centro en el que todo hacía indicar que estaría En-Nesyri y el que apareció fue Rafa Mir. El murciano lo justificó con un gol a los 11 minutos de depredador de área.
Se esperaba un Sevilla, con ese once, más dominador y atacante, pero en los primeros miunutos estuvo inerme ante la energía de su rival y, tras lograr llevar el partido a su terreno, apenas supo desequilibrar y ofrecer ocasiones para haber merecido el triunfo.
Todo hacía indicar que eso ocurriría en los veinte últimos minutos, que es cuando el equipo de Lopetegui se siente más cómodo en estas situaciones, pero ahí llegó el polémico penalti y Osasuna se encerró definitivamente en su área.
Poco pudo hacer para sacar el primer gol, que le pilla intentando tapar el segundo palo y, el penalti, casi lo para. El resto de intervenciones llegaron en disparos lejanos y estuvo acertado. Sólo en una se confió, no la atajó y, si no llega a ser por Acuña, podría haberse llevado algún disgusto.
Se le vio en menos que otras ocasiones en ataque y su equipo lo notó. Sólo al final, en el intento de acoso, trató de tener más protagonismo, pero su banda estuvo muy tapada en todo momento.
Sufrió mucho con el Chimy Ávula, que siempre le buscó la espalda por su costado. El primer gol local, en el segundo palo, del argentino fue un fallo defensivo. Ayudó a sacar el balón, pero en el lano defensivo se vio superado.
Tuvó que vérselas con los guerrilleros pamplonicas y no desentonó. Aunque el equipo local, sabedor de la debilidad sevillista, dirigió más su ataque por el otro costado.
Junto a Fernando y al Tecatito, los mejores del Sevilla. De menos a más conforme el equipo de Lopetegui se iba hacia adelante. Sus lanzamientosa balón parado, de lo más brillante del Sevilla en El Sadar.
Impecable y omnipresente. Se notó mucho su ausencia el pasado año y ahora que el centro de la defensa crea dudas, se multiplica.
Un tiro al palo a los 38 minutos fue lo mejor que ofreció. Mucho desgaste junto a Fernando, le faltó más fe en los centros de Acuña, que le buscaron en el segundo palo.
El penalti, fortuito y muy riguroso, evita una nota mejor de un futbolista que llevó el eso del partido para el Savilla. Su contro y centro en el gol de Mir fue espectacular.
Su presencia se nota cuando está bien y, al contrario que en la pretemporada, el argentino fue protagonista. Mientras las fuerzas le aguantaron llevó el peso del Sevilla, derrocho energía en defensa y ayudó en el centro del campo. Fue de más a menos conforme pasaron los minutos.
Luchador incansable. Dejó muestras de su enorme calidad en jugadas aisladas. Taconazo de lujo en una gran ocasión del Papu en la primera mitad.
Gran gol, de killer, tras cazar un centro en el área chica y fusilar al portero. Mucha lucha con los centrales y desgaste. Tuvo otra ocasión, pero estuvo lento.
Apareció para lanzar una falta cometida sobre él mismo, que estrelló en la barrera. Esta vez no pudo ser el talismán salvador.
Entró por Ocampos para jugar por delante de Acuña y darle más energía al ataque. Apenas pudo entrar en juego.
Entró por el Papu para buscar balones a la olla y rechaces y el Sevilla apenas pudo meter alguno. sólo se le vio para recibir una amarilla.