Una de las características de ese 'amateurismo' que defiende
Sampaoli es la flexibilidad en el dibujo, algo que, bien entendido, puede llevar a descolocar al rival por la libertad de los jugadores sobre el terreno de juego. Puede que esa fuera la intención del técnico argentino ayer en el
Calderón, donde dispuso, sobre el papel, una defensa de cinco, que en la práctica dejaba a
Escudero de volante izquierdo tendiendo al doble pivote junto a
N'Zonzi, y con
Vitolo y
Sarabia intercambiándose las bandas indistintamente. Arriba,
Ben Yedder le ganaba nuevamente el puesto a
Jovetic, al igual que en Leicester, con el 'indultado'
Nasri de enganche (aunque igualmente desaparecido).
El experimento, no obstante, terminó por volver loco a los jugadores, que cometían continuas desaplicaciones. Fruto de una de ellas llegó el primer gol del Atlético.
Mercado dejó libre de marca a
Godín en una jugada a balón parado botada por
Griezmann. El zaguero volvía a aparecer en la foto, tal y como ya ocurriera en el último partido de la Champions. Con muy poco, el
Atlético ya iba por delante y el
Sevilla acusaba su falta de ideas, de ritmo y de consistencia.
Tras el paso por el vestuario,
Sampaoli reculó y dio entrada a
Jovetic por
Lenglet, lo que daba más lógica al dibujo, pero que, a la postre, no resultó tampoco efectivo. El equipo se desangraba en el Calderón, dejando en evidencia sus carencias defensivas, algo que supo aprovechar el equipo del Cholo. Un auténtico baño de realidad que obliga al
Sevilla a reaccionar si quiere mantenerse su posición de privilegio en la clasificación.
Isabel Morales
