Se marcha este martes el Betis a Alemania a iniciar la recta final de una pretemporada que, aun estando plagada de dudas, no ha frenado la ilusión de unos béticos que vuelven a desbordar las taquillas del Benito Villamarín en el primer día de nuevas altas como abonados.
Una única victoria en los siete partidos disputados no debe ser motivo de alarma porque de poco o nada sirven los amistosos de pretemporada para pronosticar el rendimiento de un plantel en la inminente campaña que comienza dentro de veinte días, menos aún teniendo en cuenta el permanente carrusel de cambios y probaturas al que ha recurrido Quique Setién. Sin embargo, ha resultado evidente que deben llegar fichajes que eleven el nivel del plantel y despejen esas dudas razonables, en especial, la endémica falta de contundencia defensiva y las dificultades para crear, llegar a zonas de último pase, saber darlo y finalizar.
Un pivote de cierre (puede ser Javi García), otro creativo (todo apunta a Boudebouz), un extremo y otro delantero darían mayor consistencia a una plantilla que, un año más, sufre una profunda transformación. Afición entregada, director deportivo y entrenador con ideas claras, equipo todavía mejorable y unos dirigentes sin excusas en el entorno tras firmar con Lopera una paz social tan forzada como necesaria. "Este año va ser el año del Betis", dijo Haro ¿Acertará?
Joaquín Adorna
