El
Valencia ha salido de su crisis de la mano de
Marcelino y de una política de fichajes totalmente opuesta a la del comienzo del mandato del dueño del club,
Peter Lim.De los traspasos millonarios de los
Negredo,
Abdennour o
Rodrigo de 2015 ha pasado a apostar por incorporaciones de futbolistas que no pasaban por su mejor momento en sus equipos pero seguían teniendo potencial como
Kondogbia,
Guedes o el más reciente caso de Vietto, que se estrenó como goleador con un 'hat-trick' en la Copa.
Esta nueva forma de fichar, impulsada por
Mateo Alemany, nuevo director general del club, se asemeja mucho a la implantada por
Monchi hace muchos años en el
Sevilla y que tantos réditos ha dado a la entidad hispalense. Curiosamente, ahora que los nervionenses han apostado por nombres contrastados en el mercado como
Banega y
Nolito o realizado grandes inversiones como las de
Muriel o
Kjaer, las cosas le están yendo peor.
El
Valencia ha invertido en verano 39 millones de euros que han aumentado el valor de mercado de su plantilla en 103 kilos. Esto lo ha conseguido gracias a que ha incorporado en propiedad jugadores por un valor prácticamente igual a lo que ha pagado (
Zaza, Neto y Gabriel tienen un valor de 34 kilos y han pagado 33) y se ha hecho con futbolistas cedidos con una cotización alta como los mencionados
Guedes, Kondogbia y Vietto. Ahora trabaja en la cesión también de
Joao Cancelo y ha fichado a Coquelin por 11 kilos cuando tiene un valor de mercado de 12.
La estrategia che recuerda a la iniciada a mitad de la década pasada por el
Sevilla con
Luis Fabiano y Kanouté y que en los últimos años se ha ido afinando con incorporaciones como las de
Nasri o Jovetic en calidad de cedidos. En el camino jugadores que se reencontraron con su mejor nivel en
Sevilla como Rami, Carriço, Trémoulinas o Nico Pareja.Si a esta gestión se suma que los ches van segundos en la tabla y están en cuartos de final de la Copa, es normal que por la Ciudad del Turia vivan días de vino y rosa.