Si hubo dudas con su llegada, André Silva las acalló ayer todas. Y es que el delantero cedido por el Milan demostró frente al Rayo Vallecano que es el tipo de punta que precisa Pablo Machín para su sistema, presentándose a lo grande en LaLiga con un ´hat-trick´ que lo sitúa como 'pichichi' momentáneo de Primera división y goleador nervionense.
El internacional portugués ha llegado y ha besado el santo, como se suele decir, pues le ha hecho falta muy poco para hacerse con la camiseta de titular. Y no sólo por los tres goles anotados, sino porque no hizo nada mal en el feudo madrileño.
El '12' se portó como lo que es, un rematador nato que desahoga al equipo con cada balón suelto arriba. De hecho, así recogió el cuero que envió por alto Kjaer en el primero. Jugó sencillo, sin sobrepasar los dos toques, pero es que no le hizo falta más. Control, disparo y gol. Con la derecha y con la izquierda, apareciendo donde se le esperaba, presto para sumar tres dianas.
Javier Muñoz Zapata1 min lectura