Un equipo de 10

El '10' crea tendencia en Nervión. El dorsal en sí y, sobre todo, lo que supone. Todos los fichajes realizados hasta ahora a excepción de Kranevitter e incluido el recién anunciado de Joaquín Correa lucían este número en su espalda en sus anteriores equipos y responden a un perfil de futbolista imaginativo, con sumo criterio con el balón y visión. Un corte que en el Sevilla de Emery escaseaba pero que abundará en el vestuario del nuevo proyecto por petición expresa de Sampaoli, dispuesto a que su equipos controle el esférico y lleve la iniciativa dentro de una propuesta "extremadamente ofensiva". Así las cosas, el curso anterior no había alternativas creativas en el banquillo hispalense para Banega, único futbolista capaz de otorgar sentido y profundidad al fútbol sevillista, teniendo que recurrir a Vitolo y Reyes, con tendencia al centro para conectar con el ataque. El adiós del argentino obligó a Monchi a buscar recambio en el mercado y sus dos primeras incorporaciones fueron en esa dirección, con los fichajes de Sarabia y Kiyotake, efectivos con circulación y profundidad. No obstante, la llegada de Sampaoli ha ampliado esta búsqueda considerablemente, ya que para su filosofía precisa más hombres con galones en el centro del campo y capacidad para manejar la pelota y aportar talento en las transiciones. En este escenario se ha fraguado el fichaje millonario de Correa, centrocampista versátil que ejerce habitualmente de interior zurdo y que ofrece lo que desea Sampaoli, descaro, verticalidad, visión y habilidad asociativa para combinar y amparar el juego protagónico por el que aboga el de Casilda.

Pero con el de Tucumán no ha terminado el desfile de futbolistas de este perfil en Nervión, al contrario. La dirección deportiva mantiene varios frentes abiertos para aumentar la nómina de futbolistas que podrían llevar el '10' por sus condiciones y posición en el terreno de juego. De hecho, Monchi negocia con el Palermo la llegada de Franco Vázquez, un mediapunta con magia en sus botas que ejercería de enganche con la punta de lanza y que supondría más seda para un mediocampo pensado para marcar el ritmo de juego y poseer múltiples recursos a la hora de la posesión. Además, por si fuera poco, ninguna de estas caras nuevas descartaría que Ganso también se enrolara en el proyecto debido a los planes especiales que el argentino ya le habría transmitido al ‘canarinho’, al que no quería en la media punta sino por delante de la defensa para comandar la salida nervionense. Sampaoli considera sus dotes con el balón idóneas para esta labor tan importante, lo que, sin duda, significaría la construcción de una medular eminentemente creativa en la que la contención correspondería a Kranevitter y también se dispondría de Steven N’Zonzi, que el curso pasado evidenció su facilidad y tranquilidad para moverla desde atrás.